Esta siendo uno de los mejores veranos de los últimos años pero desde la Junta piden no bajar la guardia ya que el “riesgo alto” se mantendrá, como mínimo, hasta el 12 de octubre
A. Míguez / ICAL
La DANA que golpeó con fuerza el pasado fin de semana a prácticamente toda la Península Ibérica activó las alertas por riesgo “muy alto” de incendios forestales en provincias como Palencia debido a la elevada posibilidad de tormentas secas y eléctricas. Los servicios de emergencia y extinción extremaron la precaución ante el “miedo” de que la meteorología echara a perder la que está siendo la mejor campaña de incendios de las últimas décadas.
En la provincia palentina han ardido este verano hasta la fecha unas ocho hectáreas, cuatro de superficie arbolada y otras cuatro de masa forestal (matorral o pasto). Es una cifra mucho inferior a la calcinada el año pasado al terminar el mes de agosto cuando se habían quemado unas 30 hectáreas y eso teniendo en cuenta que el verano de 2022 fue excepcionalmente bueno, al menos, en Palencia.
Un verano con sólo 4 hectáreas de bosque perdidas por el fuego en Palencia
Pese a todo, desde el Servicio Territorial de Extinción de Incendios de la Junta de Castilla y León advierten de que la campaña de incendios se mantiene activa hasta el 12 de octubre y que, por lo tanto, es importante no bajar la guardia en ningún momento. “Todavía queda más de un mes de peligro alto. Las lluvias del último fin de semana han ayudado a refrescar, pero la sequía persiste y el riesgo se mantiene” explica el jefe del servicio, José María Martínez Egea, que aprovecha para insistir en que un incendio de grandes dimensiones se puede desatar en “milésimas de segundo y luego cuesta mucho controlarlo y extinguirlo”.
Zonas
En Palencia hay zonas especialmente conflictivas y están casi todas en la mitad norte. Se trata de una provincia muy extensa y variada y hay comarcas “más propensas” a sufrir un incendio forestal de grandes dimensiones como es el caso, por ejemplo, de la de Páramos y Valles, que incluye a las comarca de la Vega, Valdavia y Boedo-Ojeda.
“Tiene repoblaciones de pino y linda con otra zona de las mismas características de la provincia de León, lo que la convierte en una zona arbolada muy extensa, densa y peligrosa”. Es una zona más susceptible de sufrir un incendio si se dan unas unas malas condiciones meteorológicas. “Una fuerte racha de viento puede darte al traste con una de las mejores campañas”, asegura Egea. Por eso, las tormentas secas son tan impredecibles y peligrosas. “Aunque este año ha habido menos, lo cierto es que son las causantes de muchos de los incendios que se producen en la Comunidad ya que es imposible controlar dónde cae el rayo y las consecuencias que puede tener”.
Martínez Egea explica que no hay una sola causa y que en un incendio “influye todo”, también el fuerte calor. “Este año nos hemos quejado de las altas temperaturas pero el año pasado hubo más olas de calor y y más seguidas. Afortunadamente la lluvia que cayó en el mes de junio ayudó a bajar la temperatura del monte”, asevera.
Para el Jefe del Servicio Territorial de Extinción, “la fortuna y el azar” juegan también un papel fundamental. Por suerte, asegura, en los últimos años se ha detectado una mayor concienciación hasta el punto de que, tal y como reconoce Egea, son muchos los agricultores que han llamado a la Delegación Territorial de la Junta este verano antes de poner en marcha sus cosechadoras para informarse de si encender la maquinaría suponía un especial riesgo de incendio. Eso no impide que el hombre suela estar detrás de la mayoría de los fuegos aunque sea por una imprudencia o un accidente.
Intencionados
“La figura del pirómano como tal ya no existe. Esa persona que quiere quemar el monte porque sí, en general, ha desaparecido. En eso sí que se ha avanzado mucho” añade y recalca que el único incendio de masa arbolada que se ha declarado este verano en la provincia de Palencia fue en Quintanilla de Corvio y estuvo provocado por una sobre tensión en la línea eléctrica.
A la hora minimizar los riesgos y acotar al máximo los posibles imprevistos, la prevención es también una pieza clave del puzzle. Por eso, indica Martínez Egea, la Junta decidió incrementarlos medios tras el acuerdo en el marco del Diálogo Social. Este año en Palencia están trabajando 315 profesionales. Un equipo formado, entre otros, por 64 agentes medioambientales, siete celadores, dieciséis técnicos, siete conductores, 28 vigilantes o cuatro tripulantes de medios aéreos.
Menú ‘de combate’ para los bomberos forestales de Palencia y Castilla y León
En cuanto a medios materiales, además del Centro de Mando, la delegación de Palencia cuenta con 14 puestos de vigilancia, ocho cuadrillas terrestres, nueve pick-up con depósito de agua, un bulldozer y un helicóptero en la base de Villaeles de Valdavia. A eso hay que sumar la creación este año, como novedad, de una cuadrilla terrestre nocturna que era “muy necesaria” para dar relevos.
A otras provincias
“Han sido de mucha ayuda e incluso se han trasladado a la provincia de León para ayudar en la extinción de un incendio”. “Este verano se han incrementado los medios especialmente en cuanto a duración”, precisa. Las mejoras han incluido también reformas en las bases con una inversión de 572.860 euros así como la adquisición de un nuevo vehículo para el puesto de mando avanzado, cuarenta nuevos vehículos todo terreno para los agentes medioambientales y mejoras en la red de comunicaciones con la modernización de los equipos.
El helipuerto palentino de Villaeles triplicará su capacidad
Todo ello se mantendrá activo, como mínimo, hasta el 12 de octubre que será cuando se de por finalizada la época de riesgo. “Según se vayan sucediendo los acontecimientos existe la posibilidad de ampliarla pero, de momento y hasta entonces, se seguirá con la misma preocupación que hace un mes”, advierte Martínez Egea.