La obra, que llevaba un tiempo al ralentí, recupera la actividad con la recepción de la barandilla que adornará y protegerá las nuevas rampas y escaleras
El paseo marítimo de San Sebastián tiene una seña de identidad: Su barandilla. También lo tiene Santander, con un mismo tipo de protección desde el Paseo de Reina Victoria hasta el Chiqui. Igualmente Gijón circunda sus arenales con un mismo tipo de barandilla. En Palencia no tenemos mar, puede que en algún momento tengamos playa, pero lo que sí se pretende es que todo el paseo del río mantenga una misma estética. Ya se habló de crear mobiliario urbano palentino en la pasada campaña, pero aquí no se trata de crear una nueva marca, sino mantener la existente. Al menos en lo que se refiere a la barrera que evite que los peatones se precipiten desde la avenida de Castilla a los paseos inferiores del Río Carrión.
Y siendo Palencia, además de barandillas, deberían denominarse aramboles. Ese elemento, las nuevas barandas metálicas que siguen la misma estética (a falta del color que se les dará cuando queden totalmente instaladas) que el resto del paseo de la orilla del río es la causa de que en las últimas semanas las obras de mejora de los itinerarios accesibles a la ribera del Carrión hayan estado al ralentí.
En las últimas jornadas han comenzado a recibirse a pie de obra las columnas que anclan en conjunto al suelo y que son las más especiales. Especiales porque en la fundición tienen que añadir el escudo de Palencia. Decenas y decenas de escudos para las nuevas rampas hasta la orilla del Carrión.
La más avanzada de estas rampas es la que parte de Puentecillas hacia las Huertas del Obispo, ya colocada y a falta solo de recibir la pintura negra o gris oscuro que adorna todo el conjunto desde el Puente de Hierro hasta precisamente Puentecillas.
Es junto al Puente de Hierro donde estas misma tarde se estaban descargando nuevas piezas para que los palentinos tengan donde agarrarse cuando bajen desde la escalera que se ha reconstruido, con una menor pendiente, hasta el carril bici que transcurre entre el río y la avenida de Castilla.
Tambien se han descargado elementos de esta nueva barandilla junto a las rampas de acceso a la pasarela de Isla Dos Aguas. Una de ellas llega hasta la parte inferior, junto al carril bici, sustituyendo a las antiguas escaleras, y la otra se ha extendido para que tuviera una pendiente suficientemente baja para cumplir con la normativa. En los últimos días se estaba haciendo la huella para instalar esta nueva barandilla.
Más retrasada en la colocación de la barandilla está la rampa desde Puentecillas hacia aguas abajo del río. Una pasarela que se amplió, ensanchándola para dar cabida a carriles tanto peatonales como aptos para ciclos.
El proyecto no solo incidía en los accesos hacia parte baja del Carrión, sino que también ha abordado la remodelación y mejora de las pasarelas que unen las diferentes partes e islas del río. Como por ejemplo las de El Sotillo o la que comunica el Paseo de la Julia con el complejo deportivo de Isla Dos Aguas. En ellas se ha actuado en la consolidación de los suelos, y se le ha dotado de un color que, parece tiene visos de convertirse en característico de la ciudad: el morado-fucsia, como el que lucen los autobuses urbanos.