Los agentes también identificaron a una mujer de 55 años que presentaba síntomas de un claro síndrome de diógenes
El Parte de Sucesos de la Policía Local del día de ayer nos deja un caso claro de conducción temeraria. Dentro de los habituales controles de alcohol y drogas que los agentes realizan en distintos puntos de la ciudad, en distintas vías y horarios, fue localizado un varón de 59 años que dio positivo en el alcoholímetro. Arrojó una tasa de 1,20 mgh/l, cuando la permitida para conductores no noveles es 0,5 g/l de alcohol en sangre, es decir, que superaba cinco veces. Por este motivo, fue investigado como autor de un presunto Delito contra la Seguridad Vial.
Igualmente, a las 13:15 horas, la Unidad Agente tutor de la Policía Local acudió a la calle Los Surcos por una persona que estaba tirando objetos y ropa a la vía pública. Se identificó a una mujer de 55 años con la que habían intervenido en otras ocasiones, con un discurso incoherente, que presenta esquizofrenia y, a la vista de la vivienda, síndrome de Diógenes, por lo que se solicitaron al 112 la presencia de un médico.
Una vez la mujer fue atendida por el médico, se realizó un ingreso voluntario en el Hospital Rio Carrión. Al mismo complejo hospitalario tuvo que ser trasladado un menor de seis años que se desvaneció en la Plaza de España.
Finalmente, a las 16:00 horas la Policía Local se trasladó a la calle Calderón de la Barca ante el aviso de un perro suelto que pudiera estar abandonado. Los agentes localizaron a un can de la raza “pinscher”, así como a su dueña. Del mismo modo, verificaron que el animal no dispone de microchip ni cartilla de control sanitario, por lo que procedieron a la denunciar a la mujer.
