El compositor Óscar M. Leanizbarrutia y el Coro de Jóvenes I Thirst ofrecerán cuatro conciertos benéficos
El Réquiem original compuesto por Óscar M. Leanizbarrutia (Palencia, 1989) en honor a las víctimas de la COVID-19 e interpretado por el Coro de Jóvenes I Thirst de la Basílica de la Concepción de Nuestra Señora de Madrid vuelve con cuatro conciertos, dos en la capital y dos en Palencia.
Se trata del segundo año consecutivo que podrá escucharse este Réquiem, tras su estreno absoluto en la catedral de la Almudena de Madrid en febrero de 2023. Tras el éxito de la gira de siete conciertos que recorrió la capital el año pasado, y de la que disfrutaron miles de asistentes, el Coro I Thirst, ahora dirigido por el propio Leanizbarrutia, ha decidido volver a interpretar esta obra con la misma intención que la primera vez: como un consuelo para los que lloran y una ayuda material para los que la necesitan.
La segunda gira de este Réquiem comenzará de nuevo en Madrid, pero este año, como novedad, saldrá de la capital para recalar también en Palencia. En concreto, en la provincia castellanoleonesa, el primer recital se celebrará en el Centro de Artes Escénicas ‘Jorge Manrique’, en el municipio de Paredes de Nava, el sábado 24 de febrero a las 20.00 horas.
Las entradas para este concierto tendrán un coste de 5 euros, destinados a la parroquia, y podrán sacarse en la oficina de turismo de la localidad. Cabe señalar que es el Ayuntamiento de Paredes de Nava quien va a sufragar la gira del Réquiem en la provincia. El segundo concierto será en la iglesia penitencial de San Agustín, en Palencia capital, el domingo 25 de febrero a las 12:30 horas, y estará organizado por la Hermandad Franciscana de la Santísima Virgen de la Piedad.
Por su parte, los dos conciertos en Madrid tendrán lugar en la iglesia de Nuestra Señora de las Victorias (Tetuán), el viernes 16 de febrero a las 20.15 horas; y en la Basílica de la Concepción de Nuestra Señora, el sábado 17 de febrero a las 20.30 horas.
El Réquiem mantendrá su sentido original, el de honrar a las más de 115.000 personas que murieron en España a consecuencia de la pandemia, aunque ahora se ve ampliado a interceder por la memoria de todos los seres queridos que nos hayan dejado en cualquier circunstancia. Además, como en su primera edición, la iniciativa cuenta con una dimensión solidaria y caritativa, para lo que se invita a los asistentes a los conciertos a contribuir económicamente.
El Réquiem escrito por Leanizbarrutia es una composición totalmente original formada por siete piezas inéditas y que encontró su voz en el Coro I Thirst. Después de más de un año de ensayos, esta obra musical se ofreció al público durante la Cuaresma de 2023, por lo que ahora vuelve para este mismo tiempo litúrgico.
Los responsables del proyecto subrayan que su intención es la de “elevar un ruego por las almas de nuestros difuntos, y hacerlo junto a tantas personas que han perdido seres queridos como consecuencia de la pandemia”. Así, su deseo es que a través de estos recitales sean muchos los que puedan unirse a una plegaria que “puede hacer mucho bien a nuestra sociedad tras el dolor causado por la separación de todos los que nos han dejado”.
Coro I Thirst ❘ Página Web / Spotify
Hace unos años, en el seno de la Basílica de la Concepción de Nuestra Señora de Madrid, en la madrileña calle de Goya, un grupo de jóvenes tuvieron la intuición de que el grito de Jesús en la Cruz, “tengo sed”, los urgía a saciar su ansia de llegar al corazón de los hombres a través de la belleza del canto. Fue así como pusieron en marcha un coro que tomó su nombre de la intención de calmar esa sed de Cristo: I Thirst (“tengo sed”, en inglés).
Hoy día, este coro polifónico cuenta con unos veinticinco miembros de edades comprendidas entre los entre 20 y los 35 años y a lo largo de su trayectoria ha producido y publicado dos discos de estudio, Set me as a seal (2019) y Sígueme (2021). Además, se les puede escuchar todos los domingos en la misa de 19.00 de la tarde en la Basílica de la Concepción.
Óscar M. Leanizbarrutia es compositor de música cinematográfica, con formación en el Conservatorio de Música de Palencia, su ciudad natal, en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y en la Universidad Alfonso X el Sabio.
Desde 2013 trabaja para la productora Stellarum Films, para la cual ha realizado composiciones musicales en trabajos de tipo documental, spot, trailers y cinco películas estrenadas en sala y premiadas internacionalmente: Poveda, Luz de Soledad, Red de Libertad, Claret, Petra de San José, La Sirvienta y Libres.
Ha recibido diversos premios y reconocimientos, entre los que destacan el premio a compositor revelación del año de la International Film Music Critics Association (IFMCA) en 2021, y el premio Silver Medal de los Global Music Awards en 2018 por la banda sonora de la película Red de Libertad.
Además, desde septiembre de 2023 y a raíz de su colaboración con el proyecto del Réquiem, es también el director musical del Coro I Thirst de la Basílica de la Concepción de Nuestra Señora de Madrid.
El réquiem, una tradición de siglos
El Réquiem que Leanizbarrutia ha compuesto y que será cantado por el Coro I Thirst se enmarca en una rica y larga tradición que se remonta al menos al siglo XIV. La música de la también llamada misa de difuntos cuenta con una estructura más o menos fija compuesta por un introito, un kyrie, una secuencia, un santo y un Cordero de Dios, entre otros textos. Se trata de un género que han cultivado compositores de la talla de Mozart, Verdi, Berlioz o, más recientemente, Dvořák, Stravinski o Gabriel Fauré.
Tal y como viene siendo habitual en las últimas décadas, el Réquiem compuesto por Leanizbarrutia no incluye algunas partes de su estructura clásica (como el famoso Dies Irae), pero a cambio introduce un Padrenuestro o el responsorio In Paradisum, procedente del oficio de difuntos, expresando así una visión de la muerte y del juicio divino más centrada en la misericordia.
Cabe aclarar que, como es habitual en la interpretación de cualquier réquiem, el cantado por el Coro I Thirst no se interpretará integrado en la celebración de la eucaristía, sino a modo de concierto.