Lea Vicens triunfa en una fría tarde de rejones en Campos Góticos

La rejoneadora francesa cortó las dos orejas de su segundo tras una fenomenal lidia a caballo

Bajó un pelín la entrada en Campos Góticos y descaradamente en Palencia la temperatura en la tercera de abono de la feria de San Antolín. Una tarde que tradicionalmente siempre ha sido muy del gusto del público palentino, y que ponía sobre el cartel tres de los máximos exponentes del rejoneo español y portugués. La misma terna que la empresa gestora de la plaza ofrecía en su primer año de contrato: Joao Ribeiro, Lea Vicens y Guillermo Hermoso de Mendoza dieron espectáculo y del bueno gracias a la consentida respuesta de la ganadería de los David Ribeiro Telles.

Saludo muy torero a caballo de Joao Ribeiro, que enseguida cambió de caballo para el tercio de banderillas. Puso cuatro largas y otras tantas cortas, para terminar con algunas rosas, usando quiebros y engaños. Rejonazo muy trasero, que no despertó el interés de los tendidos. aplausos y vuelta al ruedo del portugués

Bajó hasta los toriles para hacer recibir Joao Ribeiro, que toreó al segundo de su lote en redondo por los medios. Siguió adelante la faena con un quiebro espectacular, en el mismo lugar. Mostró maestría y manejo de las riendas el lusitano, que echó el resto por Palencia y su gente. Banderilla al violín y cortas a dos manos fueron el preludio de una final infeliz, por culpa de la espada. Otra vez con las manos vacías Joao Ribeiro, en la mejor actuación de la tarde.

Avisó a su primer toro con un rotundo rejón de castigo y se encomendó a ‘Diluvio’ para la primera tanda de banderillas. Lea Vicens despertó el calor de la plaza con su toreo alegre y diverso. Varias banderillas largas antecedieron a tres rosas, que puso en todo lo ato. Se echó el toro poco antes de que Lea lo ajusticiara con el rejón de muerte, que cambió en el último momento. Tres pinchazos con el descabello fueron necesarios para dar muerte al rival.

Salió muy despistado el quinto de la tarde hasta que despertó con el rejón de castigo. De la mano de ‘Bético’, Lea Vicens cuajó una faena cargada de verdad y sentimiento, colocando hasta cinco banderillas. Una entrega absoluta que se consumó con un certero rejonazo, que acabó por crear una comunión con el respetable. Puerta grande para una rejoneadora que ya es fija en el cartel de San Antolín y en el corazón de los palentinos.

Salió el primero del lote de Guillermo Hermoso con una fuerza inusitada, persiguiendo todo lo que se movía a su paso. Toreó a placer a ‘Trovoada’, el toro de mayor pesaje de la corrida, negro de 604 kilos. Colocó tres banderillas en todo lo alto. ‘Esencial’ le acompañó en la colocación de las rosas finales bajo la atenta mirada de su tío, con un parecido casi idéntico a Pablo Hermoso, encargado de su seguimiento y comunicación desde el callejón. A la imagen y semejanza del padre colocó un tremendo par a dos manos. La suerte suprema le fue esquiva con varios pinchazos hasta la estocada definitiva. Aplausos para el joven Hermoso.

Cerró la tarde el joven Guillermo Hermoso con otro muy buen toro del hierro portugués, que sacó la cara pronto detrás del caballo. Detalles de torería en el caballo y maniobras difíciles como un par a dos manos cerrado en tablas fueron los ingredientes de una faena compensada.

 

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