Efectivos del Parque de Bomberos de Herrera intervienen de urgencia para encapsular un enjambre en plena hora punta en la piscina herrerense
Dicen que han bajado las temperaturas. Puede que unos grados, pero un chapuzón en una de las piscinas de la provincia de Palencia es más que agradecido a la hora de refrescar el cuerpo. O simplemente con acercarse a esas zonas sombrías y frescas del césped anexas a los vasos ya se logra una mejor sensación. Tanto para las personas como para los animales.
Y eso mismo es lo que han vivido, con cierta preocupación, en la piscina de Herrera de Pisuerga, cuando una marabunta de ‘usuarias’ ha hecho presencia en espacio estival sin pasar por la taquilla y molestando al resto de usuarios. En plena hora punta, con la piscina repleta de personas “una gran masa de abejas ha cruzado la piscina y se ha colocado en la rama de uno de los árboles”, explica Ignacio Corral, concejal de la ciudad herrerense.
Con ese gran enjambre zumbando por la piscina “la preocupación de la gente” era evidente. Pero en un principio se optó por no molestar a lo que “era una bola, una masa de abejas como una pelota de fútbol” dado que los insectos estaban tranquilos. Acordonar la zona y dejarla hasta después del cierre de la instalación para retirarlas era la primera opción, para hacerla con mayor tranquilidad.
Intervención de los Bomberos
Pero tan grande era la masa de abejas que acompañaba a la reina que, “por el viento” una parte “se precipitó al suelo”, sin que se produjera ningún aguijonazo a nadie. Pero obviamente “no podíamos dejarlo así, por lo que intervinieron los bomberos voluntarios de Herrera de Pisuerga, coordinados con los bomberos profesionales de la Diputación de Palencia”, declara Corral.
Porque aunque la Diputación de Palencia tiene suscrito un contrato con una empresa privada para la retirada de enjambres, “ante una situación en la que corren riesgo las personas, nos activan a nosotros”, explican a Palencia en la Red desde el Parque de Herrera de Pisuerga, que desplazó tres efectivos.
“Tenemos un equipo de apicultura con el que, primero hemos recogido al grupo de abejas que habían caído al suelo y en el que se encontraba la abeja reina. Esto ha hecho que el resto de abejas hayan ido entrando poco a poco ellas solas. Solo ha quedado alguna fuera, que es lo normal”, indican los voluntarios que atesoran varios cursos de apicultura para saber manejar sin riesgos la recogida de estos elementos incómodos. Posteriormente se ha actuado de la misma forma con las abejas de la rama del árbol.
Ahora, las abejas recogidas serán entregadas a un apicultor de la zona, habiéndose cumplido con el objetivo de despejar la zona de ocio estival de Herrera “sin haber tenido que evacuarla”, y dejándola totalmente franca “para la actividad que hemos tenido ahora en la piscina”, certifica Corral.
Porque todos son bienvenidos a las instalaciones de la Piscina de Herrera… aunque no las abejas.