La Junta pone en marcha la red de calor con biomasa forestal en el campus palentino de ‘La Yutera’ tras invertir 1,36 millones
ICAL
La Junta de Castilla y León ha puesto en marcha la red de calor con biomasa forestal para suministrar energía térmica renovable en los edificios del campus palentino de ‘La Yutera’ de la Universidad de Valladolid (UVa), con una inversión de 1,36 millones de euros, cuyo ahorro económico para la institución académica se cifra en más del 35 por ciento frente a costes habidos hasta ahora de los combustibles fósiles.
Durante la inauguración hoy de la instalación, el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, afirmó que el objetivo prioritario con este tipo de infraestructuras, que son un “claro ejemplo de economía circular”, es intensificar las actuaciones de impulso a la utilización de la biomasa forestal, al contribuir “a la descarbonización de la economía, a la defensa de los bosques y a la creación de empleo en el medio rural de Castilla y León”.
La nueva Red de Calor con biomasa forestal del campus palentino suministra energía térmica desde hace varias semanas a diversos edificios universitarios de este campus, como son la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias, Vicerrectorado, Aulario, Departamental, y las Facultades de Educación y Trabajo.
Estos edificios universitarios atendían anteriormente sus necesidades térmicas mediante calderas individuales de gasóleo y gas natural, algunas de las cuales se encontraban en el final de su vida útil. Además de la red, se ha ejecutado una actuación de mejora energética de la instalación térmica interior del edificio de la Escuela de Ingenierías Agrarias.
En ese sentido, el rector de la UVa, Antonio Largo, detalló que el sistema entró en funcionamiento el pasado mes y se está ante un periodo de ajustes, pero todo indica que es una instalación que dará un buen servicio en una apuesta decidida y acertada. Aseguró que posiciona al Campus de Palencia como uno de los más sostenibles de España, ya que dará servicio a todos los edificios del mismo, ya que se evita la emisión de unas 600 toneladas de CO2 al año y se consumirá astilla procedente de los recursos naturales del entorno.
“Vamos a ser más eficientes con todos los servicios”, sin olvidar el ámbito económico, dado que en prácticamente un mes se han ahorrado 20.000 euros en combustibles fósiles, dijo. Por ello, trasladó que, en un plazo corto de años, estará amortizada la inversión debido a la vida útil de la misma, lo que ofrecerá un rendimiento económico importante para la Universidad.
Con la nueva central de calor por biomasa, la energía fósil sustituida es de 2,6 millones de kilovatios al año, siendo la cantidad de CO2 evitada anualmente 589 toneladas. Todo ello con una red conformada por 1,2 kilómetros de longitud y con un consumo previsto anual de 835 toneladas de astilla forestal.
Renovable y autóctona
El consejero destacó que la biomasa es una “fuente de energía limpia, autóctona y renovable”, que reporta “indudables beneficios energéticos”, como la reducción de la dependencia respecto a los recursos fósiles y la geopolítica; ambientales, al reducir la huella de carbono y mejora el estado selvícola de los montes ayudando a prevenir incendios; y socioeconómicos, porque contribuye al ahorro y estabilidad en la factura energética y a la generación de actividad y empleo en el medio rural.
Subrayó que la biomasa constituye un “claro ejemplo” de economía circular, ya que lo que “era un residuo pasa a ser un recurso que genera una nueva cadena de valor”. Además, puso sobre la mesa las derivadas del importante incremento del coste de los combustibles fósiles y las tensiones políticas internacionales que complican su gestión.
“La biomasa no va a solucionar este grave problema mundial, pero sí puede ayudar a mejorar la situación de muchos de nuestros hogares, de parte de nuestra industria y, en este caso, de centros universitarios, dado que las redes de calor producen ahorros entre el 30 y el 50 por ciento”, añadió Suárez-Quiñones.
Otros proyectos
En los próximos años, con el horizonte del año 2026, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, a través de Somacyl, tiene previsto invertir cerca de 150 millones en nuevos proyectos en materia de energías renovables, al pasar de doce redes de calor sostenible actuales (con 40 kilómetros de red) a 25 redes (con 180 kilómetros de red), y pasar de 65 megavatios instalados a 215.
A mayores, se construirán cinco plantas de biogás (actualmente se ha acometido una planta de este tipo) y se instalarán 100 plantas fotovoltaicas (actualmente hay cinco ya instaladas), así como la planificación de construir tres plantas de hidrógeno verde. La producción de energía pasaría de 100.000 megavatios hora térmicos renovables anuales a 400.000, y se pasaría de reducir en 41.000 toneladas la emisiones de CO2 a 150.000 toneladas.
Por otro lado, Somacyl participa en distintas sociedades que han desarrollado proyectos de generación eléctrica con biomasa en la región, entre los que destacan la planta de generación de Cubillos del Sil, en León, con una inversión de 120 millones de euros, y la de Garray, en Soria, con una inversión de 50 millones de euros.
En el ámbito palentino, se prevé otros proyectos de eficiencia energética en la provincia, como es el caso de la red de calor para edificios públicos y de servicios en Aguilar de Campoo, que se suma a la construcción de un centro logístico de biomasa en el norte de la provincia.