Miles de vallisoletanos se dan cita en los aledaños del Calderon y en la Catedral para despedir entre aplausos a la gran dama de la escena española del último medio siglo
La ciudad de Valladolid, emocionada, dio esta mañana su última gran ovación a Concha Velasco, la gran dama de la escena española del último medio siglo, cuyos restos descansan ya en el panteón de Personajes Ilustres en el Cementerio de El Carmen de la capital vallisoletana.
El primer homenaje que recibió la artista tuvo lugar en la puerta de Teatro Calderón, donde el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, y la concejala de Cultura, Irene Carvajal, acompañados por centenares de vallisoletanos que abarrotaban los alrededores del teatro, depositaron un ramo y una corona en coche fúnebre bajo una cerrada ovación que se prolongó durante varios minutos.
Pero no fueron los últimos aplausos. La escena se repitió a continuación cuando el coche fúnebre llegó a la puerta de la Catedral desde la plaza de la Universidad, donde la familia esperaba los restos, acompañada por el alcalde, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco; la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones; y los ministros de Transportes e Igualdad, los vallisoletanos Óscar Puente y Ana Redondo, respectivamente.
Los aplausos acompañaron la entrada y la salida del féretro de la Catedral, pero Concha Velasco también fue ovacionada al finalizar la misa cuando su hijo mayor, Manuel Martínez Velasco, agradeció desde el altar el cariño demostrado siempre por la ciudad con su madre, así como la solidaridad recibida desde todas las administraciones. Además, reconoció que, a pesar de la tristeza del momento, es un “día bonito por la devoción y reconocimiento que Valladolid ha demostrado hacia mi madre”.
Funeral
La misa funeral fue oficiada por el arzobispo de Valladolid, el palentino Luis Argüello, que se refirió a la actriz como un “regalo para nuestra sociedad”. Además, también hizo referencia al teatro como un “permanente coloquio del drama de la existencia entre alegrías y sollozos” y recalcó que entre la relación entre “persona, personaje y máscara se esconde el secreto del alma inmortal que todos llevamos y contra el que la muerte no puede, un alma en la que aún no se ha manifestado lo que seremos. Esta es nuestra esperanza”.
Además, en la homilía también destacó que Concha Velasco, “a pesar de todo lo que ha ofrecido al bien común como ha sabido reconocer el pueblo”, ha pasado a un escenario nuevo en el que se caen las máscaras y aparece la belleza profunda, “la verdad, la bondad, la belleza y la comunión de nuestra existencia”.
En los primeros bancos alrededor del féretro, cubierto con la bandera de Valladolid, se situaron los familiares y las autoridades. Además de las mencionadas, también asistieron: el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo; el presidente de la Diputación, Conrado Íscar; los consejeros de Cultura, Presidencia y Movilidad de la Junta, Gonzalo Santonja, Luis Miguel González Gago y María González Corral, respectivamente. También asistió el exalcalde popular Javier León de la Riva.
La Catedral se quedó pequeña para el funeral, por los cientos de personas siguieron la misa desde la pantalla gigante que se instaló en la plaza de la Universidad.
Tras la misa funeral, tuvo lugar el entierro en el panteón de Personajes Ilustres del cementerio de El Carmen de la capital vallisoletana, al que por estricto deseo de la familia solo asistieron las personas más cercanas.