Asaja augura una campaña de riego “muy restrictiva” y pide “inversiones que acaben con el histórico déficit estructural en almacenamiento y regulación” de agua en la provincia de Palencia
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) comunicó a las comunidades de regantes que se abastecen del sistema Carrión que rebaja de 4.500 a 4.000 los metros cúbicos por hectárea que les había asignado al inicio de la campaña. El adelanto en varias semanas del riego debido a la escasez de precipitaciones y las altas temperaturas, para poder salvar los cultivos, es uno de los motivos de la decisión, una vez que los dos embalses del sistema, Camporredondo y Compuerto, se han situado ya por debajo de los niveles que tenían el pasado año en estas mismas fechas.
Esta medida llega después de que el organismo regulador elevara de nivel de gravedad en el indicador de “escasez” a los dos sistemas de la provincia de Palencia (Carrión, que ha pasado a “prealerta”, y Pisuerga, que ha entrado en “alerta”), lo que augura una nueva campaña de riego “muy restrictiva”, como ya fue la anterior, según señalan desde Asaja, donde insisten en que “más allá de las medidas coyunturales debidas a las condiciones atmosféricas, el campo necesita inversiones que acaben con el histórico déficit estructural en almacenamiento y regulación” en Palencia.
Y es que, como indica la organización profesional agraria en un comunicado recogido por Ical, pese a que el indicador de “sequía prolongada” todavía se halla en situación de “normalidad” en los dos sistemas de riego de la provincia de Palencia, no sucede lo mismo con el indicador de “escasez” después de un abril que figura ya entre los tres más secos desde 1951, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
El Pisuerga en Alerta
De hecho, la Confederación Hidrográfica del Duero elevó recientemente la calificación de ambos sistemas. El Pisuerga, de hecho, es el único de toda la cuenca que ya ha entrado en situación de “alerta”, mientras el sistema Carrión comparte el grado de “prealerta” con otros tres (Torío-Bernesga, Cega y Bajo Duero).
Por ello, los regantes palentinos temen una campaña de riego tan restrictiva como la anterior, “mal presagio que se desprende de las decisiones adoptadas por la Confederación tras las últimas reuniones con los usuarios de las distintas juntas de explotación”, así como de la evolución del agua de los embalses y del estado con el que arranca esta semana.
Porque “el inicio de esta semana, lejos de tranquilizar, es harto preocupante”, apuntan desde la opa, al arrancar con un volumen total de 131,1 hectómetros cúbicos que hace temer una inminente perdida del listón de los 130 hectómetros cúbicos en los próximos días, lo que no ocurrió el pasado año hasta mediado junio. A estas alturas de año, los embalses del sistema Pisuerga superaban los 157 hectómetros cúbicos (26 más que actualmente), cifras que dan idea de que la situación de la actual campaña es sensiblemente peor que la anterior.
En el caso del Pisuerga, se pone de manifiesto además “la necesidad de que la CHD se plantee trasvases entre sistemas de la misma cuenca, para que campaña tras campaña no repercutan solo en los regantes de la cabecera las necesidades del Bajo Duero”. A este sistema podría suministrarse agua desde otros, sin perjudicar a unos agricultores que “únicamente dependen de los embalses de Aguilar de Campoo, Requejada y Cervera-Ruesga”, cuyas expectativas de almacenamiento no se han cumplido en tres de los últimos seis años, lo que revela “unos problemas y unas carencias estructurales”, más allá de la situación de dos campañas consecutivas de escasas precipitaciones como se están viviendo.
Preocupación e inversiones
Sin revestir tanta gravedad, el paso del sistema Carrión al nivel de prealerta declarado por la Confederación “también constituye motivo de preocupación” para Asaja Palencia, “máxime al ver la notable merma registrada en el volumen de agua embalsada desde primeros de abril”, consecuencia en parte de ese adelanto temporal en las necesidades agronómicas de riego, debido a una primavera extremadamente seca que ha obligado a salvar los cultivos.
En todo caso, y según Asaja Palencia, “la Confederación Hidrográfica del Duero siempre tiene en su mano acudir a medidas excepcionales ante dos campañas consecutivas tan lesivas para el campo”, tales como la reducción de las reservas de los embalses o la rebaja al mínimo de los caudales ecológicos de los ríos; además de los mencionados trasvases entre sistemas de la misma cuenca, que “distribuyan mejor la carga de carencias estructurales”.