Editorial de agosto de 2024
El bueno de Enrique Dans me ha hecho reflexionar una vez más en una de sus newletters que recibo cada mañana a primera hora, y he creído oportuno compartirlo este mes con vosotros, fieles lectores para conocer vuestra opinión…
En enero de 2023, Ford presentó una patente que ha encendido el debate sobre la privacidad y la seguridad en nuestras carreteras. La patente en cuestión propone utilizar los sensores omnipresentes en sus vehículos para detectar, capturar imágenes y denunciar a otros automóviles que excedan la velocidad permitida. Este avance tecnológico convierte a los coches en “chivatos” al servicio de la policía, multiplicando las capacidades de vigilancia y contribuyendo a una circulación más segura. Sin embargo, también plantea interrogantes inquietantes sobre la privacidad y el papel de la tecnología en nuestra vida cotidiana.
Los vehículos modernos son auténticas constelaciones de sensores. Estos dispositivos no solo facilitan la conducción, sino que también recogen una cantidad ingente de datos. Algunos coches actuales pueden mantener el carril, adaptar la velocidad al tráfico y a las condiciones climáticas, e incluso grabar incidentes cada vez que se presiona el claxon. Otros cuentan con un “modo centinela” que registra vídeo de cualquier persona o vehículo que se acerque mientras están estacionados. Además, las cámaras del vehículo pueden ser activadas remotamente a través de una aplicación en tu móvil convirtiendo al coche en un dispositivo de vigilancia portátil.
La patente de Ford lleva el uso de estos sensores a un nuevo nivel. Si bien la mayoría de estas tecnologías están diseñadas para proteger al conductor y su vehículo, Ford propone una interpretación más amplia de la seguridad. Según esta visión, la seguridad del conductor también depende del comportamiento de los demás vehículos en la vía. Así, un coche que excede los límites de velocidad es un peligro potencial que debe ser reportado a las autoridades.
Imaginemos un futuro en el que cada coche esté equipado con estos sistemas de vigilancia. La tecnología podría identificar a los infractores en tiempo real, transmitiendo la información directamente a la policía. Este enfoque podría disuadir a muchos conductores de violar las normas de tráfico, sabiendo que están siendo constantemente observados. No obstante, este escenario también plantea serias preocupaciones sobre la privacidad y el control. ¿Estamos dispuestos a sacrificar nuestra privacidad en nombre de la seguridad vial? Os imagináis que al circular por las carretas palentinas nos estén observando el resto de vehículos cuando, por ejemplo, intentamos esquivar las cámaras de la dichosa línea verde usando las vías de servicio para poder acelerar un poco más de los 90 km permitidos… o al cruzar un pueblo en horas de escasa o nula circulación…
La tecnología siempre ha sido una espada de doble filo. Por un lado, puede mejorar significativamente nuestras vidas; por otro, puede erosionar nuestras libertades individuales. La propuesta de Ford nos lleva a una encrucijada: debemos encontrar un equilibrio entre seguridad y privacidad. La vigilancia constante puede hacernos sentir más seguros, pero también puede convertir nuestras carreteras en una red de espionaje perpetuo.
Además, esta medida podría tener implicaciones legales y éticas profundas. ¿Quién garantiza que los datos recolectados serán utilizados de manera justa y responsable? ¿Qué mecanismos de control y supervisión se implementarán para evitar abusos? La transparencia y la rendición de cuentas deben ser pilares fundamentales en la implementación de esta tecnología.
La vigilancia en carretera puede ser una herramienta poderosa para reducir accidentes y salvar vidas. Sin embargo, su implementación debe estar acompañada de un debate público exhaustivo y una regulación adecuada. Solo así podremos asegurar que la tecnología se utilice de manera ética y equitativa, protegiendo tanto nuestra seguridad como nuestras libertades individuales.
Buenas Sergio
Todos queremos más seguridad en la carretera y menos accidentes pero no podemos dejar nuestra privacidad en manos de la Ford y mucho menos que nuestra seguridad sea patentable como un produzto o negocio.
Revisando estadisticas vemos que los años de menos accidentes de trafico fue gracias a la concienciacion de la ciudadania.
Es un tema amplio que abre varios frentes de debate .
Gracias X la info
Un saludo
Muchas gracias por tu comentario. Un cordial saludo.