Control a un vehículo de transporte escolar por parte de la Policía Local de Palencia. / FOTO: Policía Local de Palencia

Enfatiza el “compromiso” de las empresas del sector por la seguridad

Son pequeños fallos, pero que van en contra de la normativa. Una pegatina que no está donde debe de estar, un aviso que no se realiza… Errores que no implican directamente una falta de seguridad, pero que hay que cumplir. Y de ese tipo son las irregularidades que la Policía Local de Palencia ha detectado durante su última campaña de control del transporte escolar en Palencia. Bien en taxis, en microbuses y en autobuses, como señala en una nota de prensa el Cuerpo Municipal de Seguridad.

Durante las últimas semanas se han sumado a una campaña de la DGT en la que han controlado en las calles de la ciudad, especialmente en las entradas de los institutos, dado que son pocos los alumnos transportados de Infantil y Primaria que son trasladados a Palencia en rutas escolares, un total de 27 vehículos destinados al transporte escolar.

En esas 27 inspecciones, apuntan desde el Cuartel de la Policía Local, se han detectado una decena de infracciones, ninguna que atentara directamente a la seguridad de los menores, como “carecer del distintivo de transporte escolar V-10, carecer de pictogramas de la obligatoriedad de usar el cinturón de seguridad, no llevar abrochado el cinturón de seguridad (el conductor), entre otras”.

Subsanación

Sin embargo, más allá de la decena de infracciones detectadas, los agentes que han llevado a cabo esta labor de control señalan que “se ha podido advertir en los últimos años, la subsanación de las infracciones advertidas en la anterior campaña, demostrando la efectividad de dichas campañas realizadas, así como el compromiso de las empresas dedicadas a esta materia un corregir todas las posibles deficiencias”.

Estos controles, apuntan, se han realizado de forma aleatoria de “todos los transportes escolares y de menores que circulan por la ciudad, contando con la colaboración del inspector de la Junta de Castilla y León en materia de transportes”.

Una campaña que buscaba vigilar aspectos como “el cumplimiento de autorizaciones, documentación, condiciones técnicas, elementos de seguridad y sistemas de retención de los vehículos usados; así como la inspección y control de sus conductores, en cuanto permisos, tiempos de conducción y descansos, incluyendo controles de alcohol y drogas; y la comprobación de los sistemas de retención”.

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