Imagen de una planta de Biometano en Castilla y León. Foto: David Arranz (ICAL)

La empresa Verdalia Bio Guardo, vinculada a Goldman Sachs, utilizaría principalmente los desperdicios de las granjas cercana para producir biogás

El negocio del biogás está en auge. Productos de desecho que sometidos a un tratamiento específico dan de sí lo que de otra forma se perdería. En este caso gas para calentar casas o generar energía para fábricas. Tan seductor es que desde hace unos meses Goldman Sachs, el gigante financiero, tiene una filial dedicada a estas lides. A montar plantas de generación de biogás. Y esa filial, Verdalia, es la que plantea la posibilidad de crear una planta de biogás en la localidad de Guardo. Junto a Campondón. Sobre el gaseoducto La Robla-Guardo. Un punto de enlace para exportar el gas generado.

El proyecto acaba de iniciar su proceso de información Pública para la concesión de autorización ambiental y estudio de impacto ambiental del proyecto bajo la promoción de Verdalia Bio Guardo.

Esta planta, se abastecerá principalmente de los purines que generan las granjas de cerdos cercanas a Guardo. En una cantidad de 219 metros cúbicos por día. Aunque esa será la materia que más digerirán los dos digestores planteados, la planta también se ‘comerá’ estiércol y purines vacunos. “Hasta nueve plantas se ubican en distancias que van entre los 5 y los 13 kilómetro desde el polígono lo cual supone un recorrido relativamente corto, teniendo además el polígono una posición aproximadamente centrada”, explica el documento que acompaña al proyecto.

El Estudio de Impacto Ambienta, indica que “el proyecto permitirá gestionar y valorizar hasta un total máximo de 200.000 toneladas anuales de residuos orgánicos y material SANDACH (partes de animales no destinadas al consumo humano). Este biogás, a través de un sistema de depuración, será refinado para la producción de Biomentano”.

Junto a Campondón.

La parcela elegida está al oeste de Campondón y tiene 10 hectáreas, de carácter rústico común. “Se dispone de informe de compatibilidad urbanística emitido por el Ayuntamiento de Guardo”, mantiene la promotora de la instalación. La actividad tendría consideración de “uso autorizable”. Un punto de salida importante, dado que la última instalación de biometano que se quiso instalar en Palencia, en concreto en Reinoso de Cerrato, fue desechada porque las parcelas elegidas no cumplían con los usos que se les pretendía dar.

Reinoso cierra la llave al proyecto de la central de producción de biometano

Pero tan importante es el hecho de que “la parcela pertenece a un Monte de Utilidad Pública, por lo que corresponde a la Consejería competente en materia de Montes regular la compatibilidad entre los diferentes usos y aprovechamientos que pudieran darse. El uso  que se pretende tendrá la consideración de uso privativo, por lo que corresponde el establecimiento de un régimen de concesión demanial. Por ello, actualmente se encuentra en tramitación la solicitud de concesión de uso privativo de terrenos pertenecientes a montes de utilidad pública”, reconoce el Estudio Ambiental.

El proceso.

El proceso que se propone es la recepción en naves de los productos a valorizar. Desde los purines de cerdo y vaca por separado y lactosueros, unidos a los purines de vacuno, a otros productos como paja o residuos de mataderos.

Una vez separados y clasificados, se introducen en los digestores, dos de 23 metros de altura y capacidad para 8.250 metros cúbicos cada uno, que podrán ampliarse a tres, donde estos productos se mantienen entre 30 y 40 días a una temperatura controlada de entre 52 y 55 grados generando biogás.

Un biogás que tendrá que ser pretratado y limpiado antes del proceso de up-grading, para lo que se contemplan dos líneas de tratamiento en paralelo constando cada una de ellas de una torre biológica de desulfuración.

Planta de biometano inyectando gas renovable en la red de distribución de gas . / ICAL

El biometano se distribuye a través de redes de distribución de gas existente y puede utilizarse para lo mismo que el gas natural. Pero para ser equivalente, debe someterse a un proceso de refino, donde se eliminan todos los contaminantes así como el CO2. Así se logra, una recuperación del 99,5% del metano.

Un biometano que se producirá en un caudal de 6.920.695 metros cúbicos normales por año, se puede leer en el documento de Exposición Pública. El balance energético de la planta será de una producción neta de 68.165 MWh al año, según las tablas del proyecto, transformado el potencial del gas a MWh.

Se aprovecha el gas, pero queda el digestato como liquido residual, que será en fracción líquida en un total de 186.000 metros cúbicos año, que pueden ser usados para fertilizar terrenos agrícolas.

Régimen de funcionamiento

El proyecto tendrá, una vez funcionando, un régimen de funcionamiento continuo de 24 horas al día. Sin embargo, se estima que el tiempo efectivo de operación será de 8.000 horas anuales, considerando las posibles parada para mantenimiento técnico de la planta.

Se estima una plantilla de personal de entre 14 y 20 trabajadores directos, teniendo en cuenta el grado de complejidad de la instalación de digestión anaerobia en términos de supervisión de operación y mantenimientos preventivos y correctivos.

El proceso de información pública será de 30 días hábiles, en los que se podrán presentar las alegaciones que se consideren oportunas.

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