DOBLE O NADA – OPINIÓN
La máxima preocupación que tenemos los periodistas durante estos días de verano es que apenas hay noticias que llevarse a la boca o, en este caso, al Palencia en la Red, ya saben, el primer digital nativo de la ciudad. Una de las primicias más buscadas durante esta semana era la campaña de abonados del Zunder Palencia, nuestro flamante equipo de baloncesto que, por primera vez en su historia (y esperemos que muchas temporadas más), militará en la liga ACB. Y claro, todo el mundo quería conocer el precio que le iba costar ver a su cada vez menos humilde Palencia Baloncesto enfrentarse a los Real Madrid, Barcelona, Manresa, Baskonia y compañía.
El escenario escogido por el club para tan importante evento fueron los Cines Ortega de la capital, cuyas salas están totalmente renovadas desde hace poquito tiempo para mejorar la calidad del visionado; butacas muy confortables (algunas incluso reclinables), que nada tienen que envidiar a los grandes multicines de los centros comerciales de nuestro entorno comunitario. Pues allá que fuimos periodistas y aficionados para conocer esa primicia primiciosa que, por otra parte, algunos medios publicaron sin ni siquiera aparecer por el Ortega. Un número de escapismo digno de El truco final, la película de magos de Chistopher Nolan, el director británico que tanto está sonando estos días por el taquillazo que ha supuesto su nuevo biopic sobre la vida del creador de la bomba atómica, Oppenhaimer. En fin, la magia del cine.
Sobre el séptimo arte hablaba también en este periódico el nuevo concejal de Cultura, Turismo y Fiestas, Fran Fernández; un gestor cultural que ha enarbolado la bandera del celuloide hasta llevarlo a lo más alto en nuestra ciudad por medio de la Muestra de Cine Internacional de Palencia, que en este 2023 cumplía su 32 edición. En una entrevista, la cual recomiendo encarecidamente, sobre todo por la cuidada realización, el nuevo edil del área se congratulaba de que tengamos unos cines en Palencia gracias a los cuales no tenemos que irnos a Valladolid para ver una película, y reconocía la labor empresarial de la familia Margareto en este particular. Hablaba también Fernández con mucha pasión sobre la cultura en mayúsculas y la importancia de utilizarla como un medio para transformar Palencia. No quiso poner el ejemplo del cambio que supuso para la ciudad de Bilbao la implantación del Guggenheim, pero ya lo digo yo.
Toda la suerte para el nuevo concejal, que viene cargado de ilusión y ganas. No lo va a tener fácil. Su intención es la de no dejar a ningún colectivo atrás, ese es un valor que le honra.
Termino estas líneas hablando, precisamente, de un atractivo local que nos diferencia, como es el OMY situado en el polígono de Palencia. El jueves por la noche estaban niños y mayores cenando, escuchando música y riendo con el monologuista Sergio Encinas, que, dicho sea de paso, no fue el único vallisoletano que vino a disfrutar la experiencia del cine al aire libre a Palencia. Está bien que vengan de fuera a reconocer el talento local. Lo que no hizo falta es que trajeran frío, de eso ya gastamos nosotros de sobra.
