La Estación de Penitencia de La Sentencia tiene que retrasar su salida por el chaparrón caído
Nadie se ha querido perder el inicio de la Semana Santa Palentina después de dos años sin procesiones. Ni siquiera el más aguafiestas de los curiosos y casi fijos en los últimos años en los que se celebró la Semana Santa de Palencia.
Porque la lluvia hizo acto de presencia en el momento en el que la procesión de la Estación de Penitencia de La Sentencia tenía que comenzar. Alrededor de una hora de retraso acumuló antes de asomar a la calle Gil de Fuentes la talla de Ntro. P. Jesús de la Sentencia (Ventura Gómez Rodríguez, 2011), titular de la Hermandad Penitencial de N. P. Jesús de la Sentencia, del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y de María Stma. de la Esperanza.
Sin embargo, esperada esa hora, como una representación de lo que ha ocurrido en los últimos dos años y lo que espera a Palencia a lo largo de los próximos 10 días, las nubes se retiraron y el cortejo pudo comenzar su recorrido por el centro de la ciudad.
Acompañado por integrantes de la unidad más joven del Ejército Español, la UME, la cofradía más joven de Palencia, llevó a su Cristo a costal. Posición más penitente, y con más dificultad a la hora de encarar los giros cerrados en las calles del centro de la ciudad. Como el de Gil de Fuentes con Jorge Manrique del video.
Inmediatamente el Cristo de la Sentencia escuchó la suya, ante la capilla de las Agustinas Recoletas y donde fue ofrecido a la Nuestra Señora de la Esperanza.
El recorrido
El recorrido, que sin tener el retraso por la lluvia, estaba previsto que finalizara en torno a las 23,30 horas se irá ahora más allá de la media noche. Tras la calle Jorge Manrique, el cortejo entraba en la plaza de la Inmaculada y salía de la plaza de la Catedral por el Santo San Pedro, donde se reza la oración a difuntos.
Seguía por Árbol del Paraíso en dirección a la plaza del Cordón. A partir de ahí y hasta la Plaza de Isabel la Católica, los tambores y las cornetas de la Banda Cornetas y Tambores Santísima Trinidad se silenciarían, como muestra de compromiso con las personas con trastorno del espectro autista, más sensibles a los ruidos. En La Cestilla se revirá hacia el sur por la Calle Mayor y se sigue por Becerro de Bengoa, Colón, Don Sancho, para revirar en los Cuatro Cantones hacia el norte por la Calle Mayor. Se continúa hasta Barrio y Mier, por Juan de Castilla y Gil de Fuentes para acabar en el convento de las Madres Agustinas Recoletas.
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