El Rey Gaspar saluda a los palentinos congregados en el recorrido.

Miles de personas agasajaron a sus Majestades a pesar del agua que cayó en algunos momentos

No hay nada que pueda con la ilusión de los niños en la que para ellos es la noche más mágica del año. Más que la de Nochebuena. Porque en la tarde de hoy pueden ver en directo, a escasos metros a esos personajes tan mágicos que llegan una vez al año y les dejan regalos (y un poco de carbón). No hay nada que pueda con la ilusión de los niños, que no sea la decisión de sus padres o abuelos de no acercarse al recorrido por la amenaza de la lluvia que hoy había en Palencia. Amenaza que, por momentos se cumplió aunque sin mucha fuerza.

Una lluvia que no impidió que miles de personas salieran al encuentro de Melchor, Gaspar y Baltasar en su recorrido por la ciudad acompañados de todo un cortejo. De lo mejor de Palencia (incluso traído de fuera) para hacer más vistoso el anual paseo de SSMM.

Un cortejo que arrancó con las Fuerzas de Seguridad. Tras la apertura oficial de la Policía Local, llegaron los Bomberos con sus vehículos de exposición cargados de regalos para ayudar a los Reyes esta Noche. Tras ellos, para los rezagados, los carteros, por si aún hay tiempo de pedir algo más, renunciar o alegar nuevos méritos ante los Reyes.

La parte más visual llegó de las actuaciones de Conte de L’Herison y de las cometas del Jardín de los Vientos, haciendo  volar la imaginación hacia el cielo amenazador de lluvia.

La danza llegó de la mano de los pinochos de la escuela de danza Smile, acompañando al propio pinocho antes de la primera carroza de la noche: la de Los Tres Cerditos.

La Animación de Nature Belgas fue el siguiente estadio en una cabalgata que cumplió con el recorrido tradicional, saliendo desde Isaac Peral para llegar a la Plaza Mayor. También presente en el recorrido con una carroza propia, Alicia en el País de las Maravillas, acompañada de patinadores a su alrededor.

Y el tren turístico que durante estos días ha estado recorriendo la ciudad marcó junto a las mariposas luminosas, la segunda parte de la cabalgata que se volvió más tradicional. Con María José y el niño abriendo este acto, seguidos de los pastores y del Grupo de Danzas tradicionales Reino de Castilla.

Los romanos, a caballo y a pie, un año más sirvieron de escolta a sus Majestades, anunciados por tambores y por un carro de Campanas.

Y tras ellos, los verdaderos protagonistas de toda la tarde: los Reyes Magos. Melchor, Gaspar y Baltasar acompañados de sus pajes, precedidos de varios pendones de Palencia.

Todo este séquito llegó hasta la Plaza Mayor de la capital, donde la alcaldesa, Miriam Andrés, esperaba a sus majestades para ofrecerles las llaves de la ciudad, aunque el espectáculo musical se vio afectado debido a la lluvia que si había respetado buena parte de la cabalgata, ahí se mostró inclemente.

Los reyes se dirigieron a los niños de Palencia. Melchor les recordó que “hace más de 2.000 años que iniciamos el camino siguiendo la estela de la luz de la estrella de Belén y hoy volvemos de nuevo, como cada año, siguiendo una luz que brilla tanto como aquella estrella y es la luz de vuestras sonrisas”.

Igualmente les agradeció que “además de decirnos los juguetes y cosas que queréis, muchos de vosotros también nos habéis comentado vuestros buenos deseos para los niños que en España están teniendo unos días difíciles y especialmente a las familias que están sufriendo tras el paso de la Dana por Valencia”.

Gaspar, por su parte les pidió que “cuando mañana abráis vuestros regalos pensad con quién queréis compartir horas de juego con cada juguete. Seguro que os divertiréis mucho más y aprenderéis como juegan otros niños y niñas y podréis, además, enseñar todas vuestras habilidades”.

Fue Baltasar quien cerró el paso público de los Reyes Magos por la capital palentina. Llamándoles por lo que son, chiguitos y chiguitas, les aconsejó que “no hace falta ser mayor o tener muchas cosas para ayudar, a veces un gesto amable, una sonrisa, un dibujo, algo hecho con vuestras manos o ayudar en casa puede alegrar el corazón de quienes viven con vosotros. La generosidad os hace sentir bien por dentro y ayuda a hacer del mundo un lugar mejor”.

Y se despidió con las órdenes de actuación para la noche mágica que acaba de empezar. “Hoy hay que irse pronto a la cama, para que comience la magia y no vale hacerse los dormidos, pero antes poned un zapato para que sepamos donde poner los regalos y como venimos desde Oriente y hemos hecho un largo camino, dejadnos un dulce y agua para nuestros camellos”.

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