Lantadilla se ha puesto manos a la obra para solventar un problema de envergadura que afecta a la utilización de un recurso -el agua-, y a sus arcas municipales -lo que se recauda por su suministro.
El Consistorio ha detectado graves anomalías a la hora de cuadrar el agua consumida con las cantidades recaudadas por este concepto.
Hay un desfase entre ambas, motivado por una lectura errónea de los contadores. Se calcula que se ha dejado ‘escapar’ 100.000 metros cúbicos de agua (100 millones de litros) por una mala praxis a la hora de computar los consumos.
Tanto es así que como primera medida, para tratar de normalizar la situación, el Ayuntamiento de Lantadilla ha decidido aplicar la cuota mínima, al tramo correspondiente al segundo trimestre de 2020 y a partir de ahí ir normalizando la situación generada.
Con esta decisión el Consistorio se ha dado un margen en el último trimestre de 2020 para tratar de normalizar la situación, partiendo de la base de que precisa una lectura inicial que sirva de punto de partida para posteriores cómputos.
Se ha trabajado para determinar de forma exacta las lecturas a 1 de julio de 2020, tomando las medidas oportunas para solucionar los problemas presentes, comprobando lecturas y estado de los contadores para poder tomar esta fecha como base e inicio de lecturas. Además, desde el 1 de octubre todos los contadores han sido puestos ‘a cero’ para volver a realizar las lecturas reales que eviten el desfase entre lo que el Ayuntamiento de Lantadilla suministra, lo que el usuario consume y lo que en última instancia abona.