Todas ellas relacionadas con el tráfico
Una obra no es un entorno amable para las personas. Hay peligros casi en cualquier sitio. Posibilidades de caída, de golpes, de clavarse herramientas, hierros… Y si se trata de una obra de grandes dimensiones, como la de la construcción de la Línea de Alta Velocidad entre Palencia y Cantabria, conlleva además el uso de maquinaria pesada, de grandes estructuras de hormigón suspendidas, de camiones yendo y viniendo… Para ello están las políticas y acciones de protección y salud laboral. Pero por desgracia, o no son siempre suficientes o hay aspectos que es muy complicado prever.
El caso es que la construcción de la Línea de Alta Velocidad entre Palencia y Cantabria se ha cobrado ya tres vidas. Es más, esas tres muertes se han dado en el mismo tramo: Palencia Norte-Amusco.
Lo llamativo es que esos fallecimientos no se han dado en la propia obra, con los trabajadores en el tajo, sino vinculadas al aumento de tráfico que conlleva la obra. Tráfico de turismos y furgonetas por los caminos que llevan a la obra, y una mayor circulación vehículos, especialmente camiones, por carreteras convencionales a causa de los cortes en la autovía.
El primero de los fallecimientos vinculados a la construcción de la LAV entre Palencia y Amusco, se produjo ya este verano. Fue en un accidente de tráfico. El mismo biombo que hoy ha tapado el accidente del Alvia, sirvió en julio para ocultar el trabajo de las autoridades tras la colisión de dos camiones en la N-611, en el término municipal de Amusco. Al menos, uno de los dos camiones implicados, trabajaba en las obras del AVE y habría reducido la velocidad para salir de la carretera hacia un camino cuando otro camión el embistió por detrás.
Un siniestro vial en la N-611 deja un fallecido en Monzón de Campos
Semanas después de aquel siniestro, el cruce entre la carretera y el camino que quería tomar el camión para acercarse a las obras del AVE fue ampliado y hormigonado para facilitar la maniobra de los trailers y que esta no interfiriera tanto en el tráfico.
Aquel primer accidente se produjo mientras duraba un corte de la A-67 que obligó a sacar de la autovía el tráfico y trasladarlo a la nacional en la que se dio la colisión mortal.
Las otras dos víctimas se han dado hoy, también en un accidente en el que los vehículos en vías abiertas han sido los protagonistas. Se dirigían al tajo de la obra, pertenecían a una de las subcontratas de Sacyr, cuando en un paso a nivel sin barreras, provisional, pero señalizado y vinculado a las actuaciones de la construcción de la LAV, su vehículo fue arrollado por una Alvia, el tren más rápido que circula por la línea convencional entre Palencia y Santander. Por ese tramo, si no hay limitaciones vinculadas a la obra, ese tren puede circular a 155 km/h.
Tres vidas segadas, en cinco meses, por unas obras y todo lo que las rodea, que están aún lejos de acabar y que seguirán extendiéndose por la provincia, hacia el norte.