La Junta de Castilla y León se estrenó hoy con un paquete de 20 ejes, con 75 medidas, por importe de 470 millones de euros, que incluye una rebaja del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y varias tasas autonómicas, lo que requiere la aprobación este año de una ley, así como ayudas directas para dar respuesta a la situación económica que se ha agravado por la guerra de Rusia en Ucrania.
Tras la primera reunión del Consejo de Gobierno, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, presentó este documento “abierto” para incorporar nuevas iniciativas, que permitan adaptarse a la situación económica de cada momento y remarcó que ofrece medidas “coherentes” y “ambiciosas”, informa ICAL.
“Este es el primer día de trabajo del Gobierno, de este gobierno del que se están diciendo tantas cosas, en el primer día lo que hace es generar más derechos económicos y sociales para las personas de Castilla y León”, defendió el presidente en una comparecencia junto al portavoz y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo.
En concreto, el tipo mínimo en el tramo autonómico del IRPF pasará del 9,5 por ciento al nueve por ciento, lo que dejará en el bolsillo de los contribuyentes 80 millones de euros en cuatro años. La modificación tributaria se hará mediante una ley cuya tramitación se iniciará de manera inmediata, con el objetivo de que llegue a las Cortes y se apruebe, con efectos retroactivos para este año, antes de que acabe el ejercicio.
Con ello, Fernández Mañueco destacó que Castilla y León se convertirá, ya en 2023, en la segunda comunidad con el tipo mínimo del IRPF más reducido de las autonomías. Además, remarcó que se inicia así la mayor bajada de impuestos más importante d ella historia autonómica.