Francisco Villalba y Antonia Pérez no han podido contactar con sus familias hasta hoy tras dos días de miedo e incertidumbre
Jesús García-Prieto / ICAL. La angustia de un matrimonio de valencianos residentes en Palencia tocó hoy a su fin cuando han podido hablar con sus familiares después de horas y horas de incertidumbre por las consecuencias de la DANA. Se trata de Francisco Villalba Roig, natural de la localidad valenciana de Bugarra, y Antonia Pérez, de Villamarchante. “Hoy hemos podido hablar con mi madre porque desde las 21 horas de antes de ayer estábamos incomunicados”, explica Francisco. “Han estado sin WiFi, ni luz, ni agua”, recalca. “Nos hemos enterado de que estaba bien a través de los amigos de nuestros hijos que la vieron por la calle”.
“Al principio era todo una incertidumbre porque llamabas y no te cogía nadie o no había señal”, asegura Antonia. “La de antes de ayer fue una noche muy dura, apenas pudimos dormir. Estamos muy tristes por todo lo que ha pasado, pero afortunadamente mi madre apenas se ha enterado de nada”, afirma Francisco.
Una angustia a la que se iba sumando el miedo ya que iban conociendo, al mismo tiempo que el resto, los datos del agua caída en la zona. “En el pueblo de al lado cayeron cerca de 500 litros en apenas tres horas. Al estar ellos incomunicados no se dieron cuenta de la salvajada de todo lo que ocurrió en el otro lado de las montañas”, explica Francisco.
El matrimonio cree que se podía haber alertado con más antelación. “No es normal que en la Universidad de Valencia o en los colegios no haya habido clase desde primera hora de la mañana y haya gente trabajando hasta que dieron la alerta a las 20:00 horas. Las alertas llegaron muy tarde. Todo el mundo se levantó con el aviso amarillo, pero claro, estamos acostumbrados a que llueva esto por la gota fría y muchas veces no le das la importancia que merece”, sostiene Antonia.