El Valladolid doblega con Atencia y los triples a un Palencia sin acierto ni mordiente (88-80)
Se estrenaba el Palencia Baloncesto en competición oficial. La Copa España. Y lo hacía en el Polideportivo Pisuerga. Aquel en el que cosechó una derrota en su última visita en el invierno de 2023. Derrota que rompió una racha memorable de victorias. Pero eso era el pasado. Y la Copa España, pese a enclavarse en esta primera fase en la pretemporada, es el presente.
Sacó Guil la artillería: Krutwig, Vaulet, Wintering, Kamba y Borg. Buscando puntos rápidos, transiciones meteóricas. Lo cual fue fácil por los fallos del Valladolid al arrancar. Tuvo que ser el eterno De la Fuente quien abriera el marcador para los locales cuando los palentinos ya llevaban varias canastas de ventaja.
Cinco minutos tuvo en cancha Guil a ese equipo con un tanteo bastante bajo. Muchas prisas, poco acierto. 5-9 consumido casi la mitad del primer cuarto.
Hasta que cambió todo el grupo casi al unísono. Se disparó la anotación del Palencia Baloncesto, pero también la de los locales, con un ariete como Kovasevic, que de tres intentos desde el tres, con Pablo Hernández delante, encestó dos, ante la desesperación de Guil. Al final del cuarto, 18-24 para los palentinos.
Segundo Cuarto
El segundo cuarto comenzó con el Valladolid metiendo presión con un triple no demasiado defendido por Dimitrov, que sí lo había hecho bien antes contra con Kovacevic. Un triple contestado con dos canastas seguidas del Palencia. Una de Mballa, tras recibir un taponazo (coraje no le falta) y otra, por la puerta de atrás, de Vaulet, hasta ese momento el más destacad o de los morados, hoy de blanco.
Puerta de atrás de los vallisoletanos que los palentinos trataban de explotar más y más. Tanto, que Lolo Encinas tuvo que parar el partido y tratar de echar el cerrojo. Pudo momentáneamente, pero el Palencia buscaba el extra pass para dejar solos a sus jugadores, con lo que se iba momentáneamente en el marcador. 23-31.
Pero Valladolid, tiró de lo que mejor estaba haciendo hasta ese momento. Los triples. Para acercarse a 28-31. Guil tuvo que echar mano de un tiempo libre para tratar de parar esa vía de agua.
Precisamente una disciplina en la que los palentinos no estaban brillando especialmente. Tampoco en otras facetas en ataque en esos instantes, donde a Krutwig le tenían bien amarrado, las puertas de atrás estaban bien cerradas y los de Guil fallaban incluso bajo canasta. Por contra, los locales amasaban y amasaban la pelota para armar ataques que acababan en canasta. 34-31 con un parcial de 11-0 para los locales.
Tocó las teclas Guil. Metió a Orotz y a Chema, de corte más defensivo, para finalizar el cuarto. Y vino bien por la entrada en cancha de nuevo de Kovasevic, máximo anotador del partido en ese momento. También entró Manu, para ganar movilidad en el ataque palentino y a Mballa, para darle arrojo. Precisamente, el francés le robó el último ataque al pucela, se marchó desde su cancha trastabillado, encaró la canasta y sacó la personal del palentino Manchón. Un tiro libre encestado para dejar el marcador en 36-41 camino del vestuario.
Tras el descanso.
Primeros tres ataques visitantes, y todo ‘aguas’. Todo lo contrario que el Pucela, que dirigido por Atencia, volvía a poner la igualada y colocarse por delante después de mover y mover el árbol del Palencia. De zarandearlo en varias jugadas. 43-41.
Muchas prisas por tratar de encestar a la carrera entre los palentinos. Algunas muy bonitas y efectivas como la asistencia de Dimitrov a Krutwig. Pero Atencia estaba dando un cursillo acelerado. Ni Oroz ni Wintering eran capaces de taparle. Tampoco a Kovasevic, quien tuvo delante emparejado a medio Palencia. Y cuando no sacaba el triple sacaba la personal de tres tiros libres.
Un triple de Wintering logró poner por delante al Palencia. Y una falta en ataque cosechada por Borg (fueron varias en el partido), dio la opción a Chema para poner a los palentinos 5 arriba. 49-55.
A falta de 3 minutos para acabar el cuarto, Wintering sumó su cuarta personal. Más trabajo para Oroz y para Guil al tener que jugar con sus escoltas. No pareció influir en el equipo el cambio de base, porque los palentinos lograron marcharse de 7 puntos, 52-59 en la jugada en la que Vaulet tuvo que salirse del campo después de recibir un codazo en los riñones cuando estaba emparejado bajo el aro local con De la Fuente.
Pero el triple en contra seguía siendo la asignatura pendiente de los de Guil. Primero Kovasevic y luego Manchón remacharon dos triples al Palencia para colocar el marcador 59-60. Y una falta de Dimitrov, la primera, dio a Wilson el poder de poner a los suyos por delante al final del tercer cuarto: 61-60.
Último cuarto
Noqueado parecía el Palencia que no acertaba a rematar sus ataques y defendiendo se veía corriendo detrás de la pelota. Además tampoco fue el mejor partido en cuanto a los rebotes. Y el mejor valedor en esos lances, Kamba, estaba con su cuarta personal en el campo.
Con esos mimbres, el Pucela, se marchó en el marcador 72-67 tras una nueva canasta de tres de Atencia, que obligó a Guil a pedir tiempo muerto a falta de 6 minutos para el final.
Pero ni con esas. Porque Atencia y el Valladolid por extensión, hacía lo que quería. En cambio al Palencia se le escapaba el balón. En los rebotes, en los ataques… Sin ideas y ánimo morado se llegó a un 78-69 que propició el segundo tiempo muerto del cuarto de Guil. Un Luis Guil que se ganó la técnica en la jugada de la reanudación tras castigar los colegiados a Wintering con una falta en ataque, su quinta. Y mientras, el Pucela iba a sumando y sumando. Jugando con el tiempo y su acierto. 83-75 a falta de 2 minutos y medio.
La última jugada fue el reflejo del partido. Taponazo de Kamba al tiro de tres de García Abril, nueva jugada para los vallisoletanos y triple, sobre la bocina y como el que tira una sandía para Vucetic. 88-80 para los vallisoletanos en la primera jornada de la Copa España.
Entre los palentinos, el máximo anotador, Vaulet, con 12 puntos.
El próximo partido para los de Luis Guil, este martes, ante el Oviedo, en el Municipal de Palencia. Un encuentro totalmente amistoso.