Las familias se ven obligadas a organizarse y a buscar alternativas durante las vacaciones escolares. Los abuelos y las actividades programadas por las administraciones ayudan a salvar el verano
A. Míguez / ICAL
El verano es una de las épocas más esperadas del año porque es sinónimo de vacaciones, buen tiempo y actividades al aire libre. Sin embargo no todo es bueno y para muchas familias representa un desafío y un auténtico “quebradero de cabeza” para poder conciliar la vida laboral y familiar. Los niños se despiden del colegio hasta septiembre, pero sus padres tienen que seguir cumpliendo con sus obligaciones laborales y, muchas veces, encontrar un equilibrio puede llegar a ser complicado hasta el punto de provocar estrés y ansiedad en los progenitores.
La sensación de no llegar a todo y no poder cumplir adecuadamente con las responsabilidades tanto en casa como en el trabajo puede derivar en sentimientos de culpa o agotamiento. “Nos salvan el verano los campamentos urbanos”, reconoce Belén Fernández, una ovetense de 42 años que sufre las consecuencias de una conciliación veraniega sin abuelos ni familiares cerca.
“Nosotros somos de Oviedo pero cuestiones laborales nos hemos mudado y establecido en Palencia. Tenemos dos niños de seis y ocho años y sin familia a la que recurrir la conciliación en verano es muy complicada. Hemos echado la solicitud en varios campamentos y estamos a la espera de la confirmación de la plaza para poder organizarnos definitivamente”. Durante el curso, Belén tiene reducción de jornada pero una vez llegan las vacaciones escolares, tiene que buscar una solución para las mañanas. Por eso, pide políticas de trabajo flexible. Es decir, que se le permita teletrabajar o ajustar sus horarios durante la época estival.
El verano lleva consigo una carga financiera adicional provocado por el coste de los campamentos, las actividades extracurriculares o “los canguros”. Además, muchas familias se ven obligadas a cogerse tiempo libre no remunerado para cuidar de sus hijos y, por lo tanto, ven reducidos sus ingresos. Para evitarlo, acaban pidiendo ayuda los abuelos. El paisaje de los parques de ciudades y, sobre todo del medio rural, cambia considerablemente durante esos meses.
Lo sabe bien Sagrario García, una mujer de 70 años que pasa los meses de julio en su localidad natal acompañada de su nieto Enzo. “En el pueblo es donde mejor estamos. Los primeros años traté de quedarme en la ciudad para que el niño pudiera ver a sus padres al salir de trabajar pero lo descarté por el calor y porque en el pueblo está más entretenido. Tiene un grupo de amigos y se pasa las tardes entre el río y la piscina”, reconoce Sagrario en declaraciones a la Agencia Ical. En su opinión, el verano consigue ser una época inolvidable para los niños y niñas que se reúnen en la localidad.
También las administraciones intentan poner su “granito de arena”. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Palencia oferta plazas para fomentar la conciliación familiar y laboral. La programación incluye los famosos Pequejuegos -que se celebrarán los meses de julio y agosto en horario de 7.45 a 15.15 horas- o una novedad como es el Campus de Artes Escénicas para niños de entre 5 a 13 años con actividades relacionadas con la expresión corporal, la gestión de emociones o el teatro. En este caso, habrá dos grupos en función de las edades y será entre las 10.00 y las 14.00 horas.
Por otro lado, el espacio de multiaventura de La Roca volverá a ser el escenario de uno de los campamentos urbanos más demandados durante el verano. Talleres, un scape room outdoor, actividades deportivas, de primeros auxilios, aventura, robótica, juegos cooperativos y dinámicas de tiempo libre mantendrán a los participantes muy ocupados durante toda la mañana. “Son actividades gratuitas porque queremos ayudar a todas las familias, también a las que tienen menos poder adquisitivo. Somos conscientes de que no es nada fácil conciliar la vida familiar y laboral”, explica el concejal de Actividad Físico-Deportiva y Salud del Ayuntamiento de Palencia, Orlando Castro.
Existen alternativas para los niños y niñas que viven en el medio rural. Almería, Jaén y Cantabria serán los destinos de los campamentos que anualmente organiza la Diputación de Palencia para jóvenes de entre 7 y 16 años. Uno de ellos es el campamento Multiaventura Marítimo en la localidad cántabra de Entrambasaguas en el que podrán disfrutar de actividades acuáticas, polideportivas, formativas y veladas como surf. Para los amantes del interior está el campamento de Montaña que, en esta ocasión, se desarrollará en el Hotel Paraíso de Bujaraíza en la Sierra de Cazorla jienense con vivac nocturno, hípica, parque cinegético, descenso de barrancos o paintball. Por su parte, el campamento marítimo se trasladará este año al sur de la península, en concreto, a Aguadulce (Almería) e incluye kayak, snorkel, surfpaddel o bigsurf.
Además, la institución provincial ha diseñado un programa con 24 actividades estivales que llegará a gran parte de los municipios de la provincia y de las que podrán disfrutar tanto los niños que viven en el medio rural, como aquellos que están pasando allí las vacaciones de verano. Serán 582 plazas ofertadas con un presupuesto cercano a los 50.000 euros y celebrarán en 83 municipios de la provincia.
“Son actividades educativas que aprovechan los recursos naturales del entorno. Las hay para todos los gustos. Los más pequeños podrán elegir entre ir a zumba, a un taller de manualidades, a un taller sobre cosmética natural o algunas actividades más novedosas como, por ejemplo, un cluedo en vivo para averiguar quien mató al planeta. Todas tienen un trasfondo educativo para que aprendan a la vez que se diviertan”, remarca la diputada de Acción Cultural, Patricia Pérez. Asimismo, la Diputación ayudará a los Ayuntamientos que deseen mantener abiertas sus guarderías durante los meses julio y agosto.