Se han dado por concluidos los trabajos de restauración en la girola y sus cubiertas, así como en la Capilla de la Virgen Blanca y en la Capilla Mayor para dar solución a los problemas de humedades, suciedad e iluminación
Entrando por la puerta de Carlos V (S.XVI). Así es como ha comenzado esta mañana la visita organizada para los medios de comunicación para dar a conocer las últimas obras acometidas en la Catedral de Palencia, promovidas por la Diócesis y Cabildo de Palencia y financiadas por el programa de 1,5 % Cultural de Ministerio de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana y la propia diócesis palentina.
El recorrido se ha iniciado con el ascenso hasta la girola, y sus cubiertas. Una subida a través de una escalera de caracol y cuyas paredes albergan piedras de sillería de los restos de la catedral románica.
Los trabajos realizados en la cubierta, concretamente en la cabecera del templo, han consistido en la reparación de los arbotantes que estaban muy deteriorados, así como de los pináculos. Se ha hecho una labor de reposición de todos esos elementos así como de restauración de toda la cantería. En el caso de los arbotantes, en algunos puntos, ha habido que hacer operaciones de consolidación estructural y de protección con láminas de plomo. “Estos lomos de plomo evitan la infiltración de humedad por la parte superior que era lo que originada que todos los arbotantes estuvieran colonizados de líquenes”, explicaron los arquitectos Florentino Díez y Nacho Vela. Todos estos trabajos han conseguido restituir una imagen más noble de la Catedral desde el exterior, y que puede observarse desde la Plaza de la Inmaculada, la Calle Doña Urraca y desde la Calle del Hospital.
Y como no podía ser de otra forma, toda obra deja al descubierto novedades, en este caso se han descubierto en esta zona del templo algunas curiosidades interesantes. Y es que en el caso de los arbotantes, algunos de ellos, en su día tuvieron unas canalizaciones de agua por las que se evacuaban las cubiertas superiores. Elementos que forman parte de la historia y que se van recuperando con las obras.
CAPILLA DE LA VIRGEN BLANCA
La Capilla de la Virgen Blanca ha sido otra de las zonas donde se ha intervenido. Previamente ya se habían llevado a cabo trabajos de restauración en las bóvedas, en las vidrieras así como en la mitad superior de la capilla, por lo que quedaba pendiente restaurar la parte inferior que comprende la reja de la capilla, del S. XV (una de las más antigua de la Catedral) y los dos sepulcros (que son anteriores a la propia capilla). “Una vez eliminadas las humedades que venían del exterior hemos conseguido que el propio sepulcro tenga una mayor aireación”.
Por lo tanto, después de estas últimas actuaciones realizadas, la Capilla de la Virgen Blanca ya está completamente restaurada. “Es una capilla que merece la pena visitar. Además, según dice la tradición es la capilla donde se colocó la primera piedra de la catedral”.
CAPILLA MAYOR
Las últimas de las actuaciones llevadas a cabo han sido en la Capilla Mayor. “Es una obra muy significativa para la Catedral por tratarse del espacio más importante”. Las actuaciones en esta zona han pasado por la limpieza de la rejería y la recuperación de los paramentos, momento en el que han salido a la luz huellas arqueológicas interesantísimas. En este sentido, aparecen varios vestigios como cuatro ventanas arqueológicas que “aunque se encuentran muy deterioradas, nos hablan de elementos muy importantes. Éstas estaban embebidas en los muros, pero nos detallan dónde estuvo claramente la catedral románica y nos desvelan de su gran dimensión”.
Asimismo, y desde el punto de vista de la restauración arquitectónica se ha completado la operación que se hizo hace tres años cuando “se había tocado toda la piel y todos los paramentos de la catedral excepto de la Capilla Mayor y con este último tratamiento lo hemos completado”.
En la Capilla Mayor además se ha consolidado de manera definitiva la azulejería (S. XVI) del banco del retablo mayor. “Hay una novedad, que en la muestra de Renacer no se vio, y es que aunque se veían siete virtudes, en realidad son ocho las existentes. Uno de los paneles en un determinado momento de la historia se eliminó para hacer un paso a la parte de atrás del retablo. El de la Templanza había desaparecido y ahora se han encontrado varios fragmentos que se han restituido en su posición”.
Con estas actuaciones se da solución, por lo tanto, a los problemas que al principio de la visita destacó el delegado diocesano de Patrimonio, José Luis Calvo, referentes a humedades en la capillas, suciedad y oscuridad. “Ahora se ve a la catedral iluminada para que todos podamos disfrutar de esta belleza, la tercera catedral más grande de España”.
SANTO DEL MES: SAN ANTOLÍN
Siguiendo la actividad programa por el Cabildo de dar a conocer el patrimonio de la Catedral, durante este mes de septiembre se exhibirán en el Trascoro de la seo dos tallas, de madera policromada del santo patrón San Antolín propiedad la Catedral de Palencia. Una de finales del siglo XVI, que se hizo para la cripta, y la otra del siglo XVIII conservada en la sacristía, siendo además esta última un relicario.
El 15 de septiembre a las 19:30 el profesor del Departamento de Arte de Universidad de Valladolid D. Ramon Pérez de Castro impartirá una charla sobre la representación de San Antolín en la propia catedral Palencia.