Tres décadas después hace balance y valoración de su trayectoria en tierras palentinas
José María Nieto Vigil (Madrid 1962). Sindicalista (expresidente de FSIE), político (fundador de Vox Palencia), periodista, investigador, docente (profesor de la UNED y Colegio Marista “Castilla”), divulgador cultural (director Universidad de Verano de la UNED de Palencia y expresidente de la Asociación de Amigos de la Catedral), entre otras actividades, reside en Palencia desde el año 1993.
Su trayectoria profesional y política es anterior a su llegada a nuestra ciudad. ¿En qué otros lugares ha vivido y ejercido su profesión?
He trabajado para la empresa privada y la administración pública en Madrid, donde fui muy feliz, en Valladolid, donde aprendí mucho y, por campañas políticas electorales, en Portugal, Francia, Bélgica, Alemania, Italia y Estados Unidos.
¿Qué le hizo decantarse por Palencia para continuar con su trayectoria profesional?
Dos razones. La primera de índole personal, para formar familia. La segunda, de naturaleza profesional, para trabajar en la docencia universitaria y en la enseñanza media.
Son varias las actividades desarrolladas durante tantos años ¿Cuál le ha resultado más gratificante? ¿Por qué?
Sin duda alguna, la dirección de los Cursos de Verano de la UNED de Palencia. Trajimos a los mejores profesores de arte de España a impartir unos cursos irrepetibles que fueron elogiados por los ponentes, los medios de comunicación y la comunidad universitaria. Fueron años muy satisfactorios, pero con mucho trabajo desarrollado.
¿Y de todas ellas cual diría que ha sido la menos amable?
La actividad política. La falta de escrúpulos, principios, lealtad y honestidad son moneda de cambio muy habitual en lo que algunos llaman el juego político. Los intereses personales prevalecen sobre los intereses generales. La obligación de servicio es sustituida por el afán de beneficio.
En 1986 fue miembro del equipo de Excavaciones Arqueológicas en Tricio (La Rioja). ¿Se podría decir que experiencias así son únicas?
Absolutamente, sí. Fue una campaña de un proyecto suscrito entre la Universidad de Valladolid y el Gobierno de La Rioja. Allí coincidí con Mariano Veganzones, actual consejero de la Junta de Castilla y León, buen amigo y mejor persona que también participaba en la campaña. Encontrar restos arqueológicos romanos fue una experiencia sumamente interesante por la información que nos trasladan desde el pasado.
En el terreno de la política ¿cómo ve usted, desde su experiencia, la vida política actual?
El espectáculo es bochornoso, esperpéntico, vergonzoso y lamentable. La vida política se ha convertido en una ciénaga, en un lodazal de pantano, de aire insalubre.
España ha sido puesta en venta al peor postor y a nadie parece importarle demasiado. Tenemos y sufrimos políticos de escaso talento y poquísimo talante. La vulgaridad y la mediocridad han encontrado un medio de expresión muy lucrativo.
¿Y qué esta pasando en Vox Palencia? Se dan múltiples y diferentes versiones. Su opinión es muy importante como fundador de la formación en el año 2014.
Un auténtico desastre. No existe organización política que cumpla con sus funciones. El descontento entre votantes, simpatizantes y afiliados es notorio. El partido está roto y dividido con la indiferencia de Madrid.
Hay un Comité Ejecutivo Provincial desaparecido, fantasma, sin actividad conocida. Por otra parte, hay un Grupo Municipal dividido y enfrentado. La actividad pública del partido es nula.
Se puede constatar el descontento visitando la provincia y hablando con los cargos electos con que cuenta VOX. Oficialmente yo he dejado de pertenecer a la organización por muy serias discrepancias de forma y de fondo. VOX ha cambiado mucho desde aquel 2014.
Si nos centramos en Palencia, después de 31 años vividos aquí ¿qué destacaría de esta ciudad y sus gentes?
La calidad de vida, las condiciones ideales para poder formar familia y unos servicios públicos realmente excepcionales. Hay que viajar para darse cuenta de lo que afirmo. De sus gentes, su sobriedad, seriedad, españolidad y humildad.
Si tuviera que decantarse: ¿madrileño o palentino?
Madrileño de corazón y palentino por devoción. Uno es de dónde nace y de dónde pace. En Palencia he aprendido a amar la esencia de España y he cultivado el ser español.
¿En qué ha cambiado la ciudad desde su llegada a nuestra capital en 1993?
Ha cambiado de forma espectacular. Mejores infraestructuras de comunicaciones, mejores centros de asistencia sanitaria, centros de educación, una ordenación y regulación urbana más acorde con los nuevos tiempos. Muchas han sido las mejoras desde aquel lejano 1993. Aunque en lo negativo, me da pena asistir al cierre o cese de tantos negocios, y a la fuga de talentos palentinos con rumbo a destinos lejanos en muchos casos. No hay la alegría en la calle que había entonces. Me refiero a lo económico y social, hay demasiado conformismo y derrotismo anticipado.
Palencia es una hermosa ciudad en la que vivir y poder disfrutar de muchas buenas cosas en el día a día.
¿Qué aspectos deben mejorar a su entender en el conjunto de nuestra provincia?
Demasiados para poder exponer tan siquiera brevemente. La dispersión, el envejecimiento y la despoblación son aspectos negativos para desarrollar iniciativas y políticas para la fijación de población.
Llegamos demasiado tarde en muchas respuestas viables y posibles. Pero por citar algunas: modernización de la red comarcal de carreteras, mantenimiento de Casas Cuartel de la Guardia Civil, freno al cierre de entidades bancarias, mantenimiento de Centros de Salud, mantenimiento de tiendas de ultramarinos, sostenimiento de bares, fomento de incentivos para la atracción de población… la lista es muy larga.
Lamentablemente la comarcalización se impone como respuesta a la demanda ciudadana de servicios públicos. Las condiciones demográficas imponen los criterios económicos de inversión pública y privada.
¿Cuál es su recuerdo más entrañable de todos estos años?
El nacimiento de mis dos hijos, Leonor y Alonso.
¿Cómo le han tratado en Palencia? ¿Ha sentido una buena acogida, apoyo o cariño de los palentinos?
En general, no me puedo quejar, aunque existen deshonrosas excepciones en algunos ámbitos sociales y profesionales. No obstante el balance es bueno y mi aportación a la vida social, cultural y política palentina ha sido muy activa y permanente. Las hemerotecas pueden certificar mi estancia en Palencia de manera fácil. Con la mano en el corazón, he tenido muy buena acogida, apoyo y mucho cariño de numerosos palentinos.
Hola,soy palentina de adopción pero llevo 10 años trabajando en Zaragoza en un colegio
Por mi situación personal,me gustaría volver a casa para trabajar en lo que sea
Tengo una hija con un problema muy serio y cesesito trabajar y estar cerca de ella
Espero que me ayuden
Yo quería algo serio d 8h diarias para poder salir adelante Tengo 60 años y el trabajo no me mete miedo. allí tengo mi hija y mi casa y aquí se que no puedo seguir mucho tiempo Les agradecería que me ayudasen