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El nuevo espectáculo del célebre ilusionista es uno de los reclamos principales del Festival que el Teatro Ortega organiza este San Antolín. Llega pocos meses después de haber recibido el ‘Oscar’ de la magia

Es uno de los rostros más conocidos y representativos de la magia española contemporánea, que «vive su mejor momento». Jorge Blass regresa al Teatro Ortega el lunes 2 de septiembre, a las 19:30 horas, para presentar nuevas y sorprendentes ilusiones. Llega con la emoción reciente de haber sido el primer ilusionista español en ser reconocido con el Stage Magician Of The Year, el Oscar de la magia, en Los Ángeles.

El espectáculo que nos traes al Teatro Ortega no lleva otra presentación que tu propio nombre: “La Magia de Jorge Blass”. Tu magia tiene identidad propia, es garantía de que el público pasará un buen rato. ¿Qué puedes adelantarnos sobre lo que veremos en escena?

En este espectáculo presento una selección de mis mejores ilusiones, aquellas que durante años he ido perfeccionando y me siento muy orgulloso de ellas, pero también algunas novedades que representan lo que para mí es la magia de nuestro tiempo: efectos interactivos donde el espectador siente la magia en sus propias manos.

El pasado mes de mayo recibiste en Los Ángeles el premio Stage Magician Of The Year, conocido como ‘‘los Oscars de la magia’’. Es la primera vez que un mago español obtiene el máximo reconocimiento de la Academia de la Magia. Pero para mágico… el momento de llegar allí, recoger el premio y actuar para un público tan prestigioso… ¿Cómo lo viviste?

Fue muy emocionante, desde niño me flipaba la idea de actuar en otros países y por supuesto en EEUU y Los Ángeles, la ciudad del entretenimiento.

Cuando recibí la llamada no me lo creía, no solo iba a actuar en uno de los teatros más espectaculares que existen, creado por Charles Chaplin en 1920, sino que además la Academia me entregaría un premio tan especial. Me gusta pensar que es un gran reconocimiento a la magia de escena española, que ahora mismo está en su mejor momento.

Este premio se une a otros logros, como ser fundador y director del Festival Internacional de Magia de Madrid en el Circo Price, la ‘Varita de oro’ de Montecarlo con tan solo 19 años, haber actuado en importantes escenarios de todo el mundo… Sin embargo, sueles recordar con mucho orgullo tus años actuando en cumpleaños y comuniones o en las actuaciones solidarias con tu fundación, en hospitales infantiles. ¿Eso ayuda a mantener los pies en la tierra?

Es importante todo el recorrido hasta aquí. A veces te encuentras en situaciones difíciles durante un show, o sucede un fallo y esas tablas hacen que salgas airoso de cualquier problema. Es como un disco duro de experiencia acumulada que te da mucha tranquilidad. El problema con los magos actuales es que muchos pasan directamente de las redes sociales a un gran teatro, y a veces les faltan recursos.

¿Lo más esencial de la magia es ese contacto con el público? ¿Lo buscas en espectáculos como el que veremos en Palencia?

La magia es un arte de comunicación, durante 1 hora y 20 minutos no paro de interactuar, pero solo participan directamente los espectadores que quieran, soy muy respetuoso con eso. Así que podéis venir tranquilos al show. Estamos reinventando la magia y ahora es más interactiva que nunca, me encanta cuando todo el público participa y se sorprende a la vez.

Tus trucos han sido elogiados por el mismísimo David Copperfield, que incluso ha incorporado alguno a su repertorio. Entre otras innovaciones, juegas con la tecnología (veremos un dron en escena) y el mundo virtual. ¿Es una fuente de creatividad para el ilusionismo?

Decía Arthur C. Clark que toda tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia, y ¡es cierto! Mi reto como ilusionista es sorprender al público con algo increíble que nunca antes han visto. La tecnología me ayuda, a veces a la vista del público y otras veces oculta, como parte del secreto.

¿Podrá la IA alguna vez competir con la magia de los grandes magos?

No creo, la IA puede ayudarnos a mejorar nuestro trabajo y a explorar nuevas posibilidades, pero hay algo humano y artesano en cualquier disciplina artística que veo imposible que sea sustituido. La emoción que se crea entre humanos no es fácil de sustituir,  siempre aplaudiremos a una persona haciendo algo extraordinario en un escenario.

Para terminar, ¿por qué el público palentino debería tener ya su entrada lista para tu espectáculo?

Porque se van a divertir muchísimo y va a ser memorable. Cuando experimentas la magia en directo se crea una emoción que nos ilusiona, nos vuelve niños, algunos espectadores afirman que han rejuvenecido de dos a tres años… ¡¿Quién da más?!

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