Entrevista con Javier Sansegundo, responsable del V Concurso Internacional de Patatas Bravas, que se celebra el 22 y 23 de septiembre
La participación y reconocimiento del Concurso Internacional de Patatas Bravas ha ido creciendo año tras año. ¿Qué expectativas tiene la organización para esta edición?
Sin duda, muy ilusionados. Confeccionando un jurado espectacular a la altura del evento, de su repercusión, de los concursantes y de todos los patrocinadores y colaboradores que nos apoyan. E intentando hacerlo crecer un poquito más con nuevas iniciativas que ilusionen a todos. Un año más con muchísimo nivel.
¿Cómo surgió la idea? ¿Merecía la patata ser elevada a ingrediente de alta cocina?
La idea surgió comiendo bravas y viviendo encima de La Mejillonera, como vivo. Es nuestro Miembro de Honor, tenemos una relación excepcional y en la única encuesta que se ha publicado en un medio nacional para buscar las mejores patatas bravas que, además, no está en Palencia, y un listado en el que están todas las históricas de España, está en primer lugar. Era la única ración patrimonio de toda España, de cualquier barra de nuestro país, de la que no se había hecho concurso. Ahí surgió.
En cuanto a la patata… poco que decir. En su humildad reside su grandeza. Podríamos decir que el plato más universal son las patatas fritas. Antes de que llegara la patata a Europa… por Dios… ¿Cómo vivía esa gente? (risas)
¿Qué tienen las patatas palentinas para convertir Palencia en sede de las bravas?
Pues una calidad extraordinaria. Así, literal. La Mancomunidad Boedo-Ojeda, que nos apoyan año tras año y a los que estamos muy agradecidos, produce una patata de altísima calidad apreciada por toda la comunidad gastronómica nacional. Y no olvidemos la zona de la Valdivia con una patata de siembra riquísima en propiedades y, por supuesto, la patata y la huerta en general de la zona de Palenzuela. Tenemos mucha suerte patatera en Palencia. A partir de ahí, La Mejillonera, como decíamos, lo que ha supuesto la tortilla de patata de La Encina para la ciudad, lo que va a suponer la de San Remo ahora que va como finalista al Campeonato Nacional… Las del Mesón Chuleta de Guardo, con una preciosa historia detrás… La receta auténticamente palentina más exportada, que son las maravillosas Patatas a la Importancia… Tenemos mucho de los que presumir en Palencia.
Las ediciones anteriores las han ganado, respectivamente, los chefs de Taberna & Media (Madrid), Maison Mélie (Madrid), Paquita Mariví (Burgos) y Bar Maño (Palencia). ¿Qué tienen en común?
El objetivo es que en cada edición ganen las que están más ricas. Y es lo justo. A partir de ahí otros factores son los decisorios. Nos han acompañado en todas las ediciones como miembros del jurado personalidades con muchísimo peso, importancia y reconocimiento dentro del ámbito gastronómico. Cocineros, periodistas, influencers, comunicadores… Del más alto nivel, y este año no va a ser menos. El jurado que nos va a acompañar va a ser espectacular.
Fruto de este concurso se han generado iniciativas como las Rutas Bravistas, que recorren restaurantes de toda España. ¿Qué impacto están teniendo? ¿Hay otras ideas en marcha a partir de la quinta edición?
Las Rutas Bravistas ya son una campaña en sí misma y lo que pretenden es llevar el Concurso, los locales y las recetas a pie de calle y acercarlo más a la gente. Da visibilidad a los locales de una manera gratuita uniéndolos a sus clientes y a uno de nuestros Patrocinadores Principales, Mahou, junto a la Agencia de Desarrollo Local y a la Diputación de Palencia, que nos apoyan como Patrocinadores Institucionales. Para este año teníamos una sorpresa reservada para el 22 de septiembre, además de la fase previa en la que compiten los cocineros palentinos, estamos muy contentos…
Para la ciudad, el impacto también es positivo: se estima en un millón de euros. ¿Cuál es el feedback?
Es una locura. Sólo hay que escuchar lo que dicen los ganadores de algún premio y la repercusión que han tenido en sus negocios. Tenemos que decirlo porque es así. Los datos están ahí. En relación a la inversión realizada probablemente sea una de las campañas de comunicación y publicidad más efectivas que se hayan hecho en nuestra ciudad. Solamente el reportaje de TVE en Aquí La Tierra de tres minutos a las 20:50 horas de la noche está valorado en el doble de lo que costaron las tres primeras ediciones.
Las bravas son noticia porque son humildes, baratas, accesibles, maravillosas, pero tiene su enjundia elaborarlas… Y es un gustazo comerlas en compañía de amigos o de familia en torno a una buena conversación, y a Palencia nos ha dado muchísima visibilidad.
¿Por qué debería apuntarse todo cocinero capaz de hacer arder el apetito?
Escuchar lo que ha supuesto el Concurso para los ganadores de algún premio de las ediciones anteriores basta para animarse a apuntarse y participar. Para ellos es espectacular y además de lo que supone en sí mismo da pie para que la gente vaya y puedan mostrar el resto de su cocina, de su servicio, de lo que son sus locales y su esencia. Las bravas son una preciosa excusa.
Los cocineros palentinos tienen una previa el domingo 22 de septiembre por la tarde y de ahí pasan tres a la Gran Final. Las inscripciones están abiertas de manera gratuita en lapalenciabrava.es hasta el 9 de septiembre.