Los dos ejemplares adultos se precipitaron ayer por un cortado cercano a la Peña Lucía debido a una pelea durante el celo
Desde primera hora de la mañana de hoy lunes, un operativo dirigido por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, ha rastreado el entorno de la Peña de Santa Lucía (en el límite de los Municipios de Triollo y Cervera) para localizar a dos ejemplares adultos de oso pardo y un osezno despeñados por un enfrentamiento en época de celo de un macho con una hembra con cría.
Gracias al aviso de varios particulares aficionados a la observación de fauna, durante las últimas horas de la tarde de ayer se puso en conocimiento de la Junta de Castilla y León un episodio en el que un macho adulto de oso pardo, en plena época de celo, se enfrentó a una hembra acompañada de una cría, acabando los dos adultos despeñados por un gran cortado de varias decenas de metros.
El operativo desplegado desde primera hora de la mañana de hoy, lunes 6 de junio, por la Junta de Castilla y León ha podido confirmar a mitad de la mañana la muerte del macho, de 217 kilogramos de peso, mientras se continúa la búsqueda de la osa y el osezno.
En relación con la osa, de la que no se ha podido confirmar su muerte, pero sí la extrema gravedad de las lesiones a la luz de las imágenes y rastros de sangre observados durante la mañana de hoy, se ha conseguido localizar la cavidad donde se ha refugiado, y durante la tarde de hoy se monitorizará el interior de la cueva con un equipo remoto priorizando la seguridad de todo el operativo.
Osezno
Respecto del osezno, durante la mañana de hoy se le ha conseguido observar, si bien a última hora de la mañana se ha perdido el contacto visual al haberse introducido en alguna de las múltiples cavidades de la zona, de muy difícil acceso.
Ahora mismo la prioridad del operativo es, además de confirmar el alcance de las lesiones en la hembra, la localización y captura del osezno, para lograr su supervivencia en instalaciones especializadas de la Junta hasta que alcance el peso necesario para valerse de forma autónoma.
El operativo desarrollado esta mañana por la Consejería de Medio Ambiente ha estado compuesto por personal técnico, veterinarios, agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y personal de las Patrullas Oso de la Fundación Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León. Estaban preparados con rifles anestésicos, perros de rastro ‘Plott Hound’ y remolques trampa tipo ‘culvert’ específicos para el transporte de osos. Igualmente se ha contado con la colaboración de la Guardia Civil y de personal de campo de la Fundación Oso Pardo.
Tras haber realizado el levantamiento del cadáver del oso pardo por agentes medioambientales, celadores de Medio Ambiente y la Guardia Civil, el cuerpo de este macho adulto está siendo trasladado al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos para practicar la correspondiente necropsia.
Avistamientos en abril
Cabe recordar que hace unos meses, la Junta de Castilla y León limitó el acceso de personas a la zona de la Peña de Santa Lucía por la presencia de dos madres con oseznos. De hecho, esa limitación permanece en pie hasta el 15 de junio.
El pasado 19 de abril los agentes medioambientales y celadores de medio ambiente del Parque Natural Montaña Palentina localizaron una osa acompañada de dos crías nacidas este año, en la parte más occidental del Monte Palacios, en el término municipal de Cervera de Pisuerga.
No muy lejos de este punto encontraron una segunda osera con indicios de que pudiera estar igualmente ocupada. Dos días después la Fundación Oso Pardo pudo comprobar que efectivamente ambas oseras estaban ocupadas, observando a distancia dos grupos familiares de osos: la osa con dos crías localizada anteriormente y otra osa acompañada por una sola cría, que sería la que se ha visto implicada en este enfrentamiento.
Las osas de la Cordillera Cantábrica paren dentro de las oseras, donde se mantienen hasta la primavera. En los meses de abril y mayo salen al exterior, permaneciendo varias semanas en el entorno de la osera. Es un momento en que los oseznos, que pesan alrededor de tres kilos, son muy vulnerables. Las molestias producidas por el hombre pueden ocasionar el desplazamiento de la familia a otras zonas con menos alimento o menos conocidas, y exponerles al ataque de los machos, precisamente cuando está comenzando el período de celo. Situación que es la que se ha dado este fin de semana, perdiéndose en este caso, de momento, la vida de un oso adulto macho.