El entrenador del conjunto palentino ha hecho balance de esta temporada en la que apunta, ha faltado experiencia al equipo. Pero eso al final te lo da el dinero”
Último examen del curso para el Zunder Palencia. El examen final. La materia más complicada, aunque lo cierto es que de poco servirá ya sacar un 10 en el Martin Carpena o un cerapio. La suerte ya está decida ante un encuentro de ensueño ante “un equipo de los de más en forma de Europa, después de los Top de la Euroliga, y puede que detrás del Madrid sea el mejor equipo que hay ahora mismo”, definió Luis Guil, entrenador del Zunder Palencia, al Unicaja de Málaga en su rueda de prensa, ofrecida en las nuevas oficinas de Zunder, el patrocinador principal del club.
El Unicaja, uno de los equipos que mejor baloncesto dejó en el Municipal de Palencia y con un marcado estilo de juego.
“Este equipo es el mismo que al principio de la temporada, apenas ha tenido cambios, y casi es el mismo que el de la temporada pasada. Es bastante conocido por los jugadores, por nosotros, su forma de jugar. Tiene una gran identidad. Lo difícil es contrarrestarlo. Juegan a un ritmo altísimo”.
Por ello, el técnico morado puso el foco en mantener el ritmo, o parárselo, para tratar de competir, al menos. “Tendremos que igualarlo para poder competir. Primero competir para luego intentar ganar. Es un equipo que, como no compitas, te saca del campo como demostró con un equipo físicamente a su nivel como Murcia”.
Balance.
Aún a falta del último partido Guil, preguntado por los medios de comunicación, hizo un balance de sus meses en Palencia y de la marcha del equipo. “Fue una gran decisión venir a Palencia, a pesar de sufrir el descenso. Es la primera vez que me ocurre. Pero haberlo hecho aquí ha supuesto algo diferente porque me he sentido muy arropado por la ciudad, la afición. El club que me ha permitido trabajar con todo lo disponible dentro de las posibilidades y sabiendo que las probabilidades que había para salvar al equipo”.
Unas posibilidades que se han chocado con la realidad. “Nos falta experiencia del equipo. Pero eso al final te lo da esto (hace el gesto del dinero). La capacidad económica para fichar jugadores con experiencia en la liga. Al final, tenemos el presupuesto que tenemos. Nos hemos adaptado a ello y hemos fichado el mejor equipo que hemos podido con ese presupuesto”.
Siguiendo con la necesidad de experiencia en una liga como la ACB, aseguró que “un partido son 100 veces más que un entrenamiento. Al haber jugado 150 partidos de ACB no es lo mismo ha haberlo hecho 30. Muchos jugadores extranjeros que se han incorporado a media temporada, jugadores NBA, y les ha costado adaptarse porque esta liga te atropella”. Y llevado al ejemplo de la plantilla palentina, Guil señaló que “muchos jugadores nuestros han tenido que adaptarse a la liga. Por ejemplo Kamba, puedes estar en la ACB, pero necesitas tu periodo de adaptación. El Kamba de ahora no es el Kamba del principio. Eso lo da ponerte a jugar en esta liga y saber dónde están tus recursos dentro de la liga. No es lo mismo jugar la LEB que la ACB, porque tiene mucha más velocidad la ACB. Las decisiones son mucho más rápidas”.
Sobre la planificación del equipo, Guil resumió que “el equipo ascendió, en un momento de verano hay cambio de entrenador, hay jugadores con contrato… todo esto no lo hace tan fácil. Lo que hay que sacar es una experiencia superpositiva”. Y puso el ejemplo de dos equipos: “Murcia, con el que ascendí y Obradoiro, que subió el mismo año, que habían descendido los dos y ascendieron ya sabiendo lo que había pasado el año anterior y montando las cosas para quedarse en la Liga y ahí están. Es un modelo a seguir, cada uno a su estilo”.
Porque con él en el banquillo o con otro, el técnico sevillano señala que Palencia debe volver a la ACB: “Hay que ver cómo te han ocurrido las cosas y sacar experiencia para cuando lo repitamos, repetirlo para quedarse. Lo creo, porque hay estructura, el público… si vinieran 1.000 te diría otro discurso. Pero lo hay”.
¿Qué hacer en el futuro?
Ante la pregunta de su futuro, Guil volvió a escudarse en que debe ser el club primero el que considere si él es el elegido para tomar las riendas del equipo en la LEB ORO. Y en el caso de que así lo sea, “no me gusta tomar decisiones individuales, sino en equipo”.
“No creo en la figura de un entrenador que hace todo. Soy partidario de que haya director general y un director deportivo, porque si no, no tienes la visión de las cosas en conjunto. Sólo tienes la tuya y no siempre es la mejor”.
En todo caso, reconoció que “si esto ocurriera (que se quedara), habría que ver qué se ha hecho desde que se ascendió hasta que se acaba la temporada y analizar qué queremos hacer, ascender para quedarse y tener la estructura para hacerlo. Estar preparados. Porque la ACB es una liga que te pasa por encima”, repitió.