Cientos de personas acompañan, cantan y bailan a la talla del niño Jesús antes de la dulce pedrea
Palencia, representada en varios cientos de personas que desafiaron a una comida rápida, a una digestión pesada y a un frío de los de estos lares en enero, cumplió con la tradición de acudir al bautizo del niño, Fiesta de Interés Turístico Nacional, un 1 de enero más.
A eso de las 16,45 horas, daba comienzo en el interior de San Miguel, el Rezo del Rosario previo a que la procesión tras el pendón de la cofradía, sacara a la calle al Niño Jesús. Ya por la mañana se había celebrado una homilía. Aunque a este Rosario vespertino no todos los asistentes accedieron. Algunos prefirieron esperaban a la puerta de la iglesia para ver salir la comitiva, habiendo cogido buen sitio.
Ya en la calle, a eso de las 17,25 horas, comenzó la parte más visual de este rito de la ciudad de Palencia. Al son del palentino villancico Ea, la talla del niño Jesús fue zarandeada y bailada primero por los eclesiásticos, entre ellos el obispo, Mikel Garcigandía, que se estrenaba; luego por autoridades civiles y posteriormente por cofrades del Dulce Nombre de Jesús y finalmente por palentinos anónimos.
Y viéndolo todo, como padrinos del infante, el resto de ciudadanos rodeando la iglesia de San Miguel, a paso lento, en una procesión con el Ea interpretado por la Banda Municipal de Música y por un grupo de Dulzaineros que se van turnando, para volver a la puerta de la Iglesia de San Miguel. Todo ello seguido por los ojos, las miradas y también muchos móviles que no solo hacían fotos o videos, sino que también hacían videollamadas para que al otro lado participaran, en la distancia, del Bautizo del Niño.
Para llegar a lo que era tradición: una pedrea de caramelos y confites para todos los asistentes.
Desde las balconadas de las viviendas parroquiales, en la calle Doctrinos, autoridades, cofrades y madrinas, lanzaron una lluvia de caramelos con la que se puso punto y final esta fiesta tan palentina.
Palencia bautizó el inicio de este año 2025 acudiendo al bautizo de su niño.