En la muestra se incluyen algunas imágenes de ‘El Cid’ tomadas por el fotógrafo Álvaro de Castro durante el rodaje en Ampudia
El delegado territorial, José Antonio Rubio, ha inaugurado hoy la exposición ‘Castilla y León: escenario de cine’, que podrá visitarse hasta el próximo 31 de marzo en el Archivo Histórico Provincial. Cuenta con reproducciones provenientes de la Filmoteca Española, Archivo Histórico Provincial de Ávila, Archivo Histórico Provincial de Soria, Ayuntamiento de Torrelobatón y el fondo fotográfico del fotógrafo ampudiano Álvaro de Castro y la Agencia Alamy.
Esta muestra fotográfica recopila imágenes de las más destacadas producciones internacionales rodadas en la Comunidad durante los años 50 a 70. Estos fueron los años dorados de las superproducciones de Hollywood.
A partir del rodaje de ‘Alejandro Magno’, en 1955, España se convirtió en destino de rodajes. Comenzaron a llegar producciones que eligieron Castilla y León como alternativa y complemento a los rodajes que se estaban realizando en Madrid. Su proximidad a la capital, su variado paisaje natural y su rico patrimonio atrajeron a directores como Orson Welles, David Lean o Anthony Mann, poniendo a la Comunidad en el radar de aquellas grandes producciones. Así, por ejemplo, ‘Mr. Arkadin’ se rodó en Valladolid, ‘Orgullo y pasión’ en Ávila y ‘Doctor Zhivago’ en Soria.
En Palencia, en Ampudia, se rodaron algunas escenas de ‘El Cid’, con Charlton Heston y Sofia Loren como grandes estrellas. Este rodaje fue inmortalizado por el fotógrafo ampudiano Álvaro de Castro cuyo fondo se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Palencia y del que se recogen algunas imágenes en esta exposición.
Contenido de la exposición
‘Castilla y León: escenario de cine’ recoge algunas escenas de las muchas grabadas en localizaciones de Castilla y León, con escenarios naturales y patrimoniales reales. El reconocido director Orson Welles rodó en España seis largometrajes y cuatro de ellos inmortalizaron escenarios de Castilla y León. Segovia, Pedraza y Valladolid forman parte de las localizaciones de ‘Mr. Arkadin’ (1955). En el Colegio de San Gregorio de Valladolid tuvo lugar la escena de baile de máscaras con casi 300 figurantes, entre ellos, el escritor Miguel Delibes.
En ‘Orgullo y pasión’ (1957), de Stanley Kramer, y con un reparto de lujo encabezado por Sophia Loren, Cary Grant y Frank Sinatra, se dinamita a cañonazos la muralla de Ávila en la escena final de la producción.
‘El Cid’ (1961) es una película épica dirigida por Anthony Mann e interpretada por Charlton Heston y Sofía Loren, con escenas rodadas en Ampudia (Palencia) y Torrelobatón (Valladolid), que necesitaron la participación de cientos de extras.
En ‘La caída del Imperio romano’ (1964), de Anthony Mann, la Sierra de Guadarrama, en particular La Pedriza, la Granja de San Ildefonso y los bosques de Valsaín, presenciaron el paso de los legionarios romanos.
En ‘Doctor Zhivago’ (1965), de David Lean, la presa de Aldeadávila (Salamanca), se convirtió en el escenario de una construcción bolchevique. Gran parte de los exteriores se rodaron en la provincia de Soria: entre los pinares del pantano de la Cuerda del Pozo; la estación de Soria-Cañuelo acogió tres locomotoras de vapor; los parajes de Ólvega, con el imponente Moncayo de fondo, se transformaron en los montes Urales rusos, y el pueblo de Candilichera albergó el palacio de hielo de Barykino.
‘Campanadas a medianoche’ (1965), una de las películas más destacables de Orson Welles, se rodó en diversas localizaciones de Ávila, Segovia y Soria.
La película ‘El bueno, el feo, el malo’ (1966), de Sergio Leone, rodó algunas de las escenas más icónicas en la provincia de Burgos: la misión fue recreada en el Monasterio de San Pedro de Arlanza, el campo de prisioneros se construyó cerca de Carazo y la batalla entre los norteños y los sureños tuvo lugar en el río Arlanza, cerca de Covarrubias, como si fuera el río Grande. En el municipio de Contreras, 250 soldados españoles construyeron el cementerio de Sad Hill, un escenario que fue recuperado en 2015 y cuenta con más de 8.000 tumbas.
‘Robin y Marian’ (1976), de Richard Lester, rodó alguna de sus escenas en el castillo de Villalonso (Zamora).
Castilla y León, de cine
En los años 50, con el auge otros medios de entretenimiento como la televisión, que proveía de contenidos similares y gratuitos, los productores de cine buscaron reaccionar apostando por la espectacularidad y las grandes producciones a las que todavía no podía acercarse la televisión.
Eso incluía rodajes en exteriores, trepidantes escenas de acciones, mayores metrajes, efectos especiales y, por supuesto, cientos o miles de extras arropando a las estrellas de la época.
Así surgió un nuevo género hollywoodiense, el cine épico de posguerra que planta cara a la televisión. Productores independientes asumieron el riesgo de estas grandes producciones a cambio de los servicios de marketing, distribución y comercialización. Y para reducir los costes miraron a Europa para realizar los rodajes.
España fue uno de los lugares a los que acudieron para el rodaje de exteriores atraídos por los paisajes, el patrimonio y el poco coste de alojamientos y extras. Posteriormente, y gracias a la publicidad gratuita de Ava Gadner, enamorada del país, el Gobierno español tomó conciencia del potencial de promoción turística que suponía la industria cinematográfica. En 1953 se firmaron los pactos de Madrid entre España y Estados Unidos, que normalizaron las relaciones entre los dos países y favorecieron el desarrollo de las producciones audiovisuales.