El despiece del animal con su correspondiente explicación, el reparto de chichurro entre los asistentes y una comida de hermandad a base de productos típicos del cerdo, marcó la jornada popular
Marcilla de Campos se ha vestido de tradición y sabor el pasado sábado con la celebración de la anual jornada de la Matanza. Una actividad arraigada en la cultura local desde hace tres años y que sigue conquistando tanto a los vecinos del municipio como a visitantes llegados de los pueblos cercanos.
La jornada dio inicio con el chamuscado del cerdo, un momento que marcó el comienzo de un proceso artesanal cuidadosamente detallado que abarca desde la limpieza hasta el despiece completo del animal. Los presentes tuvieron la oportunidad de presenciar cada paso de esta antigua práctica, mientras un experto explicaba cada tarea realizada.
Tras la demostración, llegó el momento más esperado: el reparto de chichurro entre todos los asistentes. Posteriormente, se llevó a cabo una comida de hermandad en el Teleclub, donde se dispuso una mesa repleta de los productos típicos del cerdo. Costillas, panceta crujiente, chorizo y morcilla sabrosa fueron degustados en un ambiente de alegría y hermandad.
La comida popular no solo fue un festín para el paladar, sino también un encuentro donde la tradición, la amistad y el buen ánimo se dieron la mano para crear una experiencia memorable entre los marcillenses.
Para culminar este día de celebración, se organizó una visita guiada por los monumentos históricos de Marcilla de Campos, permitiendo a los asistentes apreciar la riqueza cultural y arquitectónica del pueblo.
En resumen, la jornada de la Matanza en Marcilla de Campos ha vuelto un año más a ser motivo de reunión y de tradición, consiguiendo ser una actividad de gran éxito.