La empresa palentina, que quedó segunda en la clasificación de ofertas, ha sido ahora propuesta por la mesa de contratación de la Diputación al eliminar a la primera al no cumplir las condiciones exigidas
La UTE de empresas palentinas Félix Baranda-Palbaltanás será quien, previsiblemente, se encargue de la remodelación del Centro Cultural Provincial de Palencia, propiedad de la Diputación, si finalmente cumple todas las exigencias impuestas por la institución provincial.
La oferta de la UTE de las dos empresas palentinas , ambas con la misma sede social, quedó en segundo puesto en el concurso organizado por la Diputación para hacerse cargo de este contrato valorado en un millón de euros y con un plazo de ejecución de ocho meses. La primera empresa, Comercial de Interiorismo Villanova, con la mejor oferta técnica pero también la más cara de la tres presentadas, no cumplía finalmente las condiciones marcadas por la Diputación en el Pliego. “No cumple con el requisito de clasificación que se exige en el apartado F1 del CCP del PCAP dado que está clasificado en el ROLECE en el Grupo C, Subgrupo 4, Categoría 1, cuando se exige la clasificación en el Grupo C, Subgrupo 4, Categoría 2”, explica la mesa de contratación.
Este órgano ha propuesto ahora a la UTE palentina, con 10 puntos menos en la oferta técnica (y empatada con la tercera oferta), pero con la factura más baja de las tres presentadas: 701.570 euros, iva excluido, lo que supondría para la Diputación un ahorro de unos 120.000 euros frente al precio de licitación sin IVA. Con el impuesto, la cuantía será de 848.900 euros, lejos de los 998.707 marcados como máximo.
Ahora es la empresa palentina la que deberá acreditar que cumple con las condiciones solicitadas por la Diputación palentina para reformar este espacio cultural que no se ha renovado en varias décadas pese a su continua utilización y el avance de las soluciones técnicas. La colocación de una pantalla y un proyector y la instalación de aire acondicionado “hace 20 años”, indicó la diputada de Cultura, Carolina Valbuena durante la presentación del proyecto que se va a ejecutar.
De no cumplir las condiciones, se propondría la tercera opción para ejecutar la obra.
Proyecto
Un proyecto con el que, la empresa palentina propuesta ahora no está totalmente de acuerdo. Al menos, eso es lo que aparece en la valoración técnica que se hace de su oferta por parte de la Mesa de Contratación de la Diputación de Palencia: “Se desprende, como se señala en el punto anterior, que la empresa no está de acuerdo con el planteamiento de algunos aspectos esenciales del proyecto, proponiendo actuaciones que no se corresponden con las reflejadas en proyecto”.
El proyecto contempla actuaciones en tres campos: comodidad de los asistentes y participantes, accesibilidad a la platea y el escenario y luminosidad. Para ello se realizará una inversión importante que, en en principio se acercaba al millón de euros. “Pero si se tiene en cuenta el periodo de amortización de la actuación, 30 años en los que no se ha hecho casi nada, sale a unos 300 euros al mes. Menos de lo que supone el mantenimiento actual”, explicó Eladio Ruiz de Navamuel, coordinador de Servicios Técnicos de la Diputación.
En lo que se actuará.
La mayor parte se dedicará al mobiliario. En especial a las butacas. El estado de las actuales, después de 30 años de uso, no es preciesamente el mejor. La actualización de la sala se aprovechará para cambiarlas por un modelo más actual y con tablero para que los asistentes puedan usarlo como mesa si es necesario. “Es algo que echábamos de menos aquí después de verlo en muchos espacios similares fuera. Esto permitirá que la sala pueda usarse en los congresos y no solo en las conferencias”, declaró en su día Ángeles Armisén, presidenta de la Diputación. Las butacas serán además de un solo pie para mejorar la limpieza de la sala y los usuarios tendrán a su disposición conexiones eléctricas. Algo impensable en los 90.
También cambiará la disposición de la sala. No en la entrada, donde el pasillo de acceso divide en dos esa parte del salón, sino en la parte más cercana al escenario, donde ahora solo hay un grupo de asientos. Se dividirá en tres bloques, con dos pasillos intermedios al estilo de los aviones. “Se gana en comodidad para los usuarios, porque quienes quieran acceder a los asientos no tendrán que molestar al resto de asistentes”, apuntaron.
Todo ello, sin modificar el número de butacas: 245. Es más se gana espacio para cinco localidades para personas con movilidad reducida. Esto se debe a que con la obra se comerá parte del escenario, que se retranquea de forma que no tendrá una curva sobre el patio de butacas. “Cada usuario tendrá una superficie para él algo más grande que ahora”, puntualizó Ruiz de Navamuel.
Medios
En ese apartado de mobiliario se contemplan también todos los útiles multimedia necesarios para un salón de este tipo, así como la iluminación. “Todos sabemos cómo avanzan los medios multimedia. No en 30 años, casi de día en día”, señaló Armisén.
Para alojar los nuevos medios de sonido y de conectividad se utilizarán los huecos de las ventanas, tapadas ahora por cortinajes. Se crea una superficie uniforme, una especie de cajón que tapa de corrido las ventanas en el interior. De cara a la calle se mantiene, al ser “un edificio histórico”, señaló Rafael Martínez, jefe del Servicio de Cultura de la Diputación.
Todos los materiales con los que se recubrirán las paredes están encaminados a mejorar la sonoridad del espacio.
Accesibilidad.
La actuación también tiene una parte de obra civil. Se rebajará la pendiente de acceso a la sala y al escenario, dado que la actual no cumple con las especificaciones reglamentarias.
También se actuará en la zona trasera del escenario, donde se encuentran los camerinos que se mejorarán y se hará más seguro el espacio del público en caso de evacuación al dejar más franca la salida de emergencia que da a la plaza de los Juzgados, oculta ahora por cortinas.
La actualización se culminará con una pintura clara y neutra. También en el techo, tapando el oscuro pino de Oregón que ahora está a la vista. De esta forma se realzará un elemento estructural del edificio, de 1905: las cerchas de madera con metal de la techumbre. “Toda una novedad cuando se instaló en su día en el edificio”, puntualizó Martínez.
Se dará mayor protagonismo a las cerchas de la techumbre, al estar pintada la madera superior en colores claros y la madera de las cerchas en oscuro.
En cuanto a la luz, las nuevas serán ahora de tipo led, regulables y adecuables a cada tipo de actuación y momento. Se ha optado además por retirar la moqueta del suelo, pero solo para sustituirla por otra nueva, dado que se ha considerado que es el material idóneo para evitar ruidos y molestias durante los actos.
El proyecto ha sido realizado por el arquitecto palentino Álvaro Gutiérrez Baños.