Cuidaba, sin contrato y sin permiso de residencia, a la anciana que presuntamente le hirió
No se puede decir que tenga suerte. Abandonar tu país, llegar a España sin permiso de residencia, que te ‘contraten’ sin papeles y que además quien tienes a tu cargo, que te agreda. Ese es el resumen de lo que le ha ocurrido este fin de semana a una mujer en la capital palentina, según el parte de sucesos de la Policía Local.
Cuerpo que en la madrugada del sábado acudió a un domicilio de la calle Don Sancho, en pleno centro de la ciudad, alertado de una presunta agresión de una mujer de 88 años a su cuidadora, de 45. Una vez allí personados los agentes comprobaron que la anciana, presunta agresora, padece principio de Alzheimer, lo que podría explicar la actitud agresiva con su cuidadora, a quien también se identificó.
En esa labor, la Policía Local comprobó que la presunta víctima no dispone de contrato laboral para la tarea que está desarrollando con la anciana, y que además se encuentra de forma ilegal en España. Una vez atendido el caso, la Policía Local dio traslado a la sección de Extranjería de la Policía Nacional así como la inspección de Trabajo para que tomen las medidas oportunas.
Otras dos agresiones
Por otro lado, hasta en otras dos agresiones, de carácter muy distinta a la anterior, tuvo que intervenir el Cuerpo de Seguridad municipal durante el pasado fin de semana.
También el sábado, a las A las 03,45 horas, en la calle Rizarzuela, identificaron a un varón de 34 años que había sufrido heridas sangrantes en ceja, nariz y boca al ser golpeado, según afirmó, por un grupo de tres jóvenes, que se habían marchado del lugar. El herido rehusó la asistencia médica que se le brindaba y no quiso formular denuncia.
Igualmente, el sábado, pero a las 23,50 horas se acude a una nave de la avenida de Santander al recibir el aviso de una pelea entre un grupo de personas. Los agentes identificaron a los intervinientes: Tres hombres y dos mujeres, de entre 21 y 35 años. De ellos, dos presentaban lesiones muy leves de la que fueron atendidos en el lugar sin necesidad de traslados. Ninguno quiso presentar denuncia, aunque a uno de ellos, la Policía Local sí le abrió un expediente por tenencia de sustancias estupefacientes