El Ayuntamiento de Burgos celebra el Pleno ordinario del mes de noviembre en el que se debate la aprobación inicial del presupuesto general para el ejercicio 2025. / ICAL

La alcaldesa, Cristina Ayala, se someterá a una cuestión de confianza en el Pleno del próximo jueves, 28 de noviembre

El voto en contra del Grupo Municipal Vox a los presupuestos municipales de Burgos para 2025 desencadenó en la ruptura del pacto de Gobierno que mantenían esta formación y el Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento desde las últimas elecciones locales. Los ‘populares’ no consiguieron, de esta manera, sacar adelante las cuentas, cuyo proyecto, encabezado por la alcaldesa contó solo con el respaldo de los once concejales del PP, frente a los cuatro en contra de su socio de gobierno y los doce de los socialistas. Unas cuentas vinculadas a una enmienda propuesta por los ‘populares’ para restablecer las ayudas a las tres organizaciones no gubernamentales que trabajan con migrantes en la ciudad.

La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, se someterá el próximo jueves, 28 de noviembre, a una cuestión de confianza vinculada a la aprobación de los presupuestos para 2025, según anunció tras la celebración del Pleno en el que se rechazaron las cuentas municipales. Para la presentación de la cuestión de confianza es un requisito previo que el acuerdo correspondiente haya sido debatido en el Pleno y que éste no haya obtenido la mayoría necesaria para su aprobación, que es lo que ocurrió en la sesión plenaria ordinaria de hoy en el Ayuntamiento de Burgos.

Los cuatro concejales de Vox en el Ayuntamiento de Burgos, Fernando Martínez-Acitores, Ignacio Peña, Raúl Martínez y Marta Alegría, confirmaron hoy que continuarán en el Consistorio burgalés, esta vez en la oposición, aspecto sobre el que Ayala confirmó que había firmado el decreto de cese de los ediles de Vox.

El debate para la aprobación inicial del presupuesto del Ayuntamiento de Burgos para 2025, que asciende a 250 millones de euros, un 5,9 por ciento más que este año, comenzó pasadas las 13 horas, tras alterarse el orden del día del Pleno ordinario que empezó a las 11.30 horas, por indicación de la alcaldesa, quien pospuso este punto para el final de la sesión, ya que era el cuarto en un primer momento. Sin duda, fue el punto del orden del día más importante de la sesión plenaria -que se desarrolló durante cuatro horas- y generó una gran expectación ante si se aprobaban o no las cuentas municipales y la continuidad o ruptura del Gobierno de coalición PP-Vox.

El proyecto de presupuestos municipales estaba vinculado a una enmienda propuesta por el Grupo Municipal Popular para restablecer las ayudas de 119.500 euros a las tres organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan con los inmigrantes que llegan a la ciudad, Burgos Acoge, Accem y Atalaya Intercultural, tras rectificar debido al clamor de la calle escenificado en una multitudinaria concentración en la plaza Mayor la pasada semana. Esta enmienda recogía que el origen de esas partidas a estos tres colectivos iban a provenir de una disminución de las subvenciones de Alcaldía, y estaba vinculada a la aprobación inicial de las cuentas municipales.

El portavoz del Grupo Municipal Vox y vicealcalde, Fernando Martínez-Acitores, insistió en su turno de intervención en pedir a los ‘populares’ que firmaran la adenda al Pacto de Gobierno sellado para la gobernabilidad al comienzo del mandato en la se expresa por escrito que no se destine el dinero a las ONG para inmigración “ilegal”, dado que era la condición para que los cuatro ediles de la formación liderada por Santiago Abascal votaran a favor.

“No nos queda más remedio que o firmamos esta adenda a nuestro pacto de gobierno o nos quedamos fuera. Nos han echado, nos han expulsado”, exclamó. “Ese presupuesto ustedes lo van a sacar de una forma o de otra. Otra cosa es si lo quieren sacar con nosotros o nos quieren echar. Es así, señor alcaldesa, está a tiempo de firmar, todavía no hemos votado, una adenda al pacto de gobierno, es un párrafo. Esto es la discrepancia que tiene la ciudad. Van a sacar el presupuesto, pero parece que no lo quieren hacer con nosotros. Parece que no quieren hacerlo con nosotros”, expuso Martínez-Acitores.

A ese respecto, la portavoz del Grupo Municipal Popular y del equipo de Gobierno, Andrea Ballesteros, pidió a los ediles de Vox que “no se bajen del tren” y que “no dejen de colaborar” en un presupuesto en el que han trabajando juntos todo el año. “Usted nos dirá sus prioridades: si Burgos, Vox o usted mismo. Para nosotros son Burgos y trabajar por la ciudad”, espetó.

Asimismo, defendió que el PP no ha cambiado “ni una coma” el pacto de Gobierno que suscribieron ambas formaciones en junio de 2023 y recordó que cuando “juraron o prometieron sus cargo era para cumplir con su responsabilidad de atender por igual a todos los burgaleses”.

Ruptura

La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, lamentó la ruptura del pacto de Gobierno PP-Vox tras el voto negativo de los cuatro ediles de la formación liderada por Santiago Abascal a los presupuestos generales para 2025. “Es una lástima no poder dar estabilidad porque nuestra ciudad lo merece y lo necesita”, manifestó. Sin embargo, remarcó que el equipo de Gobierno en minoría del PP “seguirá teniendo los mismos objetivos que hace un par de semanas y trabajará para sacarlos adelante”.

“El de 2025 lo habíamos trabajado durante meses con el firme propósito de aprobarlo por primera vez en muchos años antes de finalizar este 2024 y todo estaba previsto para que así fuera”, por lo que lamentó que los cuatro concejales del Grupo Municipal Vox, hasta ahora su socio en el equipo de Gobierno, no hayan dado su apoyo al presupuesto. “Lo lamentamos porque con este partido socialista del señor De la Rosa tenemos muy poco en común”, apuntó, al tiempo que recriminó al portavoz socialista que “lo ha demostrado pleno tras pleno, día tras día; incluso, insulto tras insulto en este salón de plenos y fuera de este salón de plenos”.

La alcaldesa quiso dejar claro su rechazo al ofrecimiento del PSOE y dijo: “El voto del PSOE siempre ha sido el mismo: el no por sistema”, por lo que confió en que “tras esta tormenta, los árboles nos permitan ver el hermoso bosque que es nuestra ciudad y seamos capaces de seguir colaborando porque ese proyecto de ciudad sigue ahí aunque el hecho de no haber apoyado el presupuesto del 2025 suponga que tengáis que hacerlo fuera del equipo de Gobierno”.

Ayala expresó su confianza en que “podamos seguir adelante” porque “la ciudad sigue necesitando de la mano tendida y cada uno tendrá ocasión de retratarse en los meses que continuarán a este rechazo del equipo de gobierno”.

Finalmente, el portavoz socialista, Daniel de la Rosa, dejó claro que Ayala y el PP han provocado “la mayor crisis de Gobierno en esta ciudad desde hace 23 años” por su decisión “de romper la línea de flotación de sus políticas sociales” y le recordó que “el anterior PP, jamás se habría cuestionado eliminar esos convenios y reducir a la mitad la ayuda a la cooperación”.

También lamentó que no acepte la mano tendida de la formación, tras plantear la abstención del Grupo Municipal Socialista en la votación del presupuesto si el PP “rompe con Vox” y apoya las dos enmiendas presentadas por el PSOE.

Cuestión de confianza

En el caso de que la cuestión de confianza no obtuviera el número necesario de votos favorables para la aprobación del acuerdo, la alcaldesa cesará automáticamente, quedando en funciones hasta la toma de posesión de quien hubiere de sucederle en el cargo, según recoge la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General. La elección del nuevo alcalde se realizará en sesión plenaria convocada automáticamente para las doce horas del décimo día hábil siguiente al de la votación del acuerdo al que se vinculase la cuestión de confianza.

Si bien, según la citada normativa, esta previsión no será aplicable cuando la cuestión de confianza se vincule a la aprobación o modificación de los presupuestos anuales. En este caso, que es el que nos ocupa en Burgos, “se entenderá otorgada la confianza y aprobado el proyecto si en el plazo de un mes desde que se votara el rechazo de la cuestión de confianza no se presenta una moción de censura con candidato alternativo a alcalde, o si ésta no prospera”.

Cada alcalde no podrá plantear más de una cuestión de confianza en cada año, contado desde el inicio de su mandato, ni más de dos durante la duración total del mismo. No se podrá plantear una cuestión de confianza en el último año de mandato de cada Corporación. La Ley también recoge que no se podrá plantear una cuestión de confianza desde la presentación de una moción de censura hasta la votación de esta última.

Asimismo, los concejales que votasen a favor de la aprobación de un asunto al que se hubiese vinculado una cuestión de confianza no podrán firmar una moción de censura contra el alcalde que lo hubiese planteado hasta que transcurra un plazo de seis meses, contado a partir de la fecha de votación del mismo.

Además, durante el indicado plazo, tampoco dichos concejales podrán emitir un voto contrario al asunto al que se hubiese vinculado la cuestión de confianza, siempre que sea sometido a votación en los mismos términos que en tal ocasión. En caso de emitir dicho voto contrario, éste será considerado nulo.

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