La llegada de rachas de hasta 50 km/h del nordeste hace que mejore la calidad del aire con aún niveles altos de polvo, pero ya dentro de la normalidad
El viento lo trajo y el viento se lo llevó. Porque desde que a media tarde de este miércoles Eolo comenzara a soplar, la concentración de polvo en suspensión en la provincia de Palencia, en las dos estaciones de control de calidad de aire con datos en tiempo real, se ha ido disipando.
En la estación de la red de calidad del aire de la Junta en la capital palentina, ubicada en el Parque de la Carcavilla, arrojaba a última hora de este miércoles unos niveles de concentración de partículas PM10, las que se habían hecho más presentes en días anteriores, altos aún, pero dentro de un rango de normalidad. De normalidad y de no afección a las personas.
Porque si el pico de concentración de estas partículas llegó a los 640 microgramos por cada metro cúbico, la jornada se comenzó con 167,0. Una cifra que se mantuvo estable hasta media mañana cuando bajó del centenar de microgramos. Pero el verdadero despeje llegó por la tarde, cuando se levantó el aire. Primero con sostenido con 9km/h y rachas de hasta 32 y a medida que avanzaba la noche, con una fuerza sostenida de más de 30 km/h y rachas de hasta 50 km.
Por debajo de los máximos recomendados
En esos momentos, la concentración de estas partículas mayores estaba situada en 36,0 microgramos por metro cúbico. Una tasa alta, para lo que se está acostumbrado en Palencia pero por debajo ya de los niveles marcados por la OMS que se ubican en 50.
Cabe recordar que habitualmente los niveles en Palencia están por debajo de 10 y que el pico más alto del último año fue de 41 microgramos.
En Guardo
En el caso de Guardo, la evolución ha sido distinta, con el pico de concentración más alto de la jornada al mediodía, superando los 230 microgramos. Sin embargo, casi tres veces más baja que la cifra recogida ayer. Igualmente, con la llegada de la tarde y del viento, los niveles de concentración de polvo procedente de África se han desplomado.
Eso sí, a última hora del miércoles aún seguían estando muy ligerísimamente por encima de los niveles recomendados: 51 microgramos por metro cúbico.
Para las partículas más pequeñas, las PM2.5, el efecto ha sido el mismo. Hasta que se levantó el viento, en la capital palentina se registraban 40 microgramos. El doble de lo recomendado, pero muy por debajo de los 117 de la jornada anterior. A partir del mediodía, cuando se despertó una pequeña brisa y los aportes de arena parecieron descender, la concentración de estas partículas también cayó en picado, para situarse en 5 al final de la jornada. Un nivel más que asumible. Y más después de estas dos jornadas de calima en Palencia. La estación de Guardo no mide la concentración de las partículas PM2.5
¿Y ahora?
Pues para la jornada del jueves no se esperan calimas de intensidad como las que se han registrado en las últimas jornadas. Además entra un nuevo frente por el oeste. Habrá cielos nubosos y posibilidad de precipitaciones en la zona norte montañosa de la provincia de Palencia. La cota de nieve estará en 1300-1.400 metros. Por tanto, es posible que tampoco se vea el sol, pero no por el polvo en suspensión sino por las nubes. Las temperaturas irán en descenso, sobre todo las máximas, después de los dos días de tiempo más que suave. El viento del nordeste que ha barrido el polvo en suspensión seguirá soplando.