El artista burgalés Julián Valle presenta en el Museo de Palencia un proyecto expositivo sobre los eremitorios
El Museo de Palencia acoge una exposición poliédrica, es decir que se puede analizar desde diferentes perspectivas. El tema central son los eremitorios, las cuevas que horadan la tierra para cobijar animales y, hasta no hace muchas décadas, personas, eremitas e incluso familias. La tierra, pues, se convierte en la protagonista de la muestra, pero en torno a la tierra, el espectador observa huecos, interiores, exteriores, vacíos, naturaleza, pintura, madera, cerámica gres, porcelana, excrementos de vaca y ramas de zarzamora, materiales con los que Julián Valle, el artista, conforma un universo plástico coherente y perfectamente ensamblado entre acuarelas y volúmenes.
La exposición ‘El misterio de las cosas’, abierta hasta el 31 de marzo en la Casa del Cordón, hace referencia a la incógnita que suponen las formas de la tierra horadada y al enigma que existe en los huecos y vacíos que se generan en la superficie terrestre, con todas las posibilidades plásticas que ha encontrado el artista. Pero Julián Valle va más allá de este arcano para estructurar su exposición en series, como ‘El tejido del mundo’, la más numerosa en piezas, ‘La piel como un río’ o ‘Memoria del fulgor’.
Julián Valle (Aranda de Duero, Burgos, 1963) no es un artista desconocido. Formó parte desde su creación en 1985 de colectivo A Ua Crag, al que también perteneció el fotógrafo palentino Javier Ayarza, grupo que mantuvo su actividad hasta 1996 como Colectivo de Acción Artística y Espacio Alternativo y que desarrolló una importante labor en el mundo de las artes plásticas en la región –su fondo documental se encuentra depositado en el Musac de León al ser donado en 2010 a la Junta de Castilla y León–.
Julián Valle ha desarrollado de forma individual iniciativas artísticas vinculadas siempre al paisaje y ejecutando obras en diversos formatos, como se puede observar ahora en el Museo de Palencia. ‘El misterio de las cosas’ constituye una indagación sobre los eremitorios, lo que le permite abordar espacios abiertos, vacíos y cerrados. Para el desarrollo de esta serie, el artista ha llevado a cabo previamente un concienzudo trabajo de documentación ocular y gráfica.
En la pintura, utiliza la acuarela sobre papel artesanal, no industrial, lo que infiere al cuadro una textura rugosa, con pinturas que reflejan paisajes ficticios y reales, como una panorámica con pequeñas oquedades recogida en la localidad palentina de Valle de Cerrato. Estos paisajes se perciben a través de un color grisáceo, telúrico, en ocasiones salmón, con escasas concesiones a la naturaleza vegetal.
Las obras volumétricas, ejecutadas con cerámica gres y madera de encina, constatan también el trabajo creativo con los huecos y las oquedades, en definitiva, una manifestación de arquitectura del vacío sobre la tierra perforada. Julián Valle ha explorado la tierra como un arqueólogo que busca el origen, y para este artista, este principio se encuentra en la tierra, en el cerro, en la montaña, donde vivieron los primeros pobladores, donde los eremitas buscan la soledad, un mundo tranquilo y sencillo, sin argamasas, con la única luz natural que ilumina someramente el interior de las cuevas.
La presencia humana en el proyecto expositivo de Julián Valle tiene una finalidad antropológica, que se concreta en tres momentos: una calavera, cráneo y hueso, que se confunde con las oquedades telúricas; una pieza del ciclo ‘El tejido del mundo’ elaborada con trozos de porcelana sobre papel artesanal y otra de ‘El misterio de las cosas’, creada con ramas de zarzamora entrelazadas. Estas dos últimas tienen forma humana y se encuentran sobre el suelo. Simbolizan ambas el sepulcro de la madre tierra, el cementerio donde yacen los seres humanos, el destino final del hombre y de la mujer.
Origen y destino, vida y muerte y regeneración –en la pieza creada con bostas de vaca– conviven en este singular y novedoso proyecto expositivo, enraizado en el paisaje castellano, que, como señala Javier Pérez Rodríguez, director del Museo de Palencia, en el catálogo de la muestra editado por el propio centro y la Junta de Castilla y León, encaja perfectamente con la excelente colección permanente que atesora y exhibe desde la prehistoria palentina hasta prácticamente finales del siglo XIX y principios del XX.
Ficha de la exposición
Artista: Julián Valle.
Título: El misterio de las cosas.
Sala: Museo de Palencia (Plaza del Cordón, 1).
Fecha: Hasta el 31 de marzo.
Horario: De martes a sábado, de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00; Domingos: de 10:00 a 14:00 horas.