Europa es uno de los continentes más restrictivos en el uso de los productos fitosanitarios para tratar las plagas que afectan a los cultivos
Ha sido uno de los motivos por los que los agricultores han dicho: ¡basta! y han sacado los tractores a la calle. Europa es uno de los continentes más restrictivos en el uso de los productos fitosanitarios para tratar las plagas que afectan a sus cultivos.
“Su empleo es necesario por razones económicas y técnicas para alcanzar la producción necesaria, ante el aumento de la demanda de alimentos y de la población con la limitación e incluso reducción de superficies de cultivo y recursos existentes”, nos cuentan desde Haza Agro. “El uso de fitosanitarios ha permitido aumentar la producción por unidad de superficie, sin el uso de los mismos esa producción se podría reducir hasta un 40%”, añaden.
Otra cuestión derivada de los fitosanitarios es el nivel de peligrosidad de los mismos. Los fitosanitarios son productos químicos que presentan cierto nivel de peligrosidad, aunque no es exclusivo de los fitosanitarios, ya que en los hogares se utilizan productos químicos con los mismos principios activos que los empleados en la agricultura e incluso en concentraciones mayores, como pueden ser los productos desinfectantes e insecticidas domésticos.
Las protestas de los agricultores se desencadenaron por una serie de motivos de los que se han venido hablando durante los últimos meses, pero dejando de lado burocracias, precios y demás papeleos exigidos, la cuestión central se basa en la “competencia desleal”.
“Los agricultores europeos tienen que atender a unas directrices muy estrictas a diferencia de otros países como Marruecos, que usan productos que aquí se dejaron de utilizar hace años”, explica Daniel Cuesta, gerente de Tecnipec.
EUROPA ES MÁS RESTRICTIVA.
Unos finosanitarios que, por ejemplo, en España no se usan, ya que no han pasado algunas pruebas que los hacen ser nocivos para el manipulador, pero también tóxicos con el Medio Ambiente. “Europa es la más restrictiva. En USA, África o China no hay tantas restricciones”, insiste Cuesta.
Cuando los agricultores hablan de “competencia desleal” con terceros países, se refieren a que los agricultores europeos tienen una alta exigencia para que los cultivos sean medioambientalmente sostenibles, “pero luego la UE firma acuerdos con países terceros que no tienen este apartado en cuenta. Como consecuencia de esto, se importan productos agroalimentarios de países como Marruecos, India o Egipto, entre otros, que no tienen que cumplir con esas normas y, por tanto, producen más barato y entran a la UE con un precio más bajo”, apoyan en la misma línea de Haza Agro.
¿MISMAS LIMITACIONES?
“El agricultor no se queja de usar un producto que es positivo para el Medio Ambiente, pero lo que no quiere es que dejen entrar esos productos que no han tenido las mismas limitaciones”, comenta Daniel Cuesta, al tiempo que insiste en la importancia de ver cómo se ha producido ese producto y la imposición de aranceles o impuestos como posible solución para equilibrar el precio de los productos foráneos.
Al final, los agricultores europeos usan fitosanitaros menos agresivos contra sus plagas, por lo que necesitan un mayor coste en la producción de sus productos. Ahí es donde entran empresas como Tecnipec: “Nosotros asesoramos a los agricultores con qué medios tienen que actuar, darles esa formación, ver sus parcelas. La suerte es que aquí usan una maquinaria más eficiente para sus trabajos”, resume Daniel Cuesta.
Una cuestión que seguirá trayendo cola desde que los agricultores iniciaran los protestas en todo el viejo continente a principios de este año.
