El Ayuntamiento anunció en 2019 que si el inmueble está en ruina -algo que salta a la vista-, tendrán que tirarlo. Tras varias reuniones con los propietarios no hay pronunciamiento oficial sobre la situación en la que está el inmueble y el futuro que le espera
Barruelo de Santullán anunció en 2019 que el auditorio Nicolás Torre, o mejor dicho, lo que queda de esta instalación, tenia los días contados. Poco más o menos que el Consistorio se congratulaba en avanzar que se había dado un ultimátum a los propietarios del inmueble. O Si está en ruina “tendrán que tirarlo”, se explicó hace dos años desde el Consistorio.
El aviso, ultimátum, advertencia o como se quiera denominar se ha quedado en eso, en amago, en anuncio que otorgó algún que otro titular, pero en la práctica, pocos o ningún avance.
Varias han sido las reuniones mantenidas hasta la fecha entre Ayuntamiento y propietarios. En unas ocasiones sí ha interesado informar de su celebración. En otras, se ha preferido mantener cautela. Habida cuenta del ‘éxito’ del anuncio de 2019, se ha optado por la segunda de las vías, de momento. Anunciar para no anunciar nada, mejor no se anuncia.
La única realidad en la que parecen coincidir los responsables municipales y los titulares del inmeble es que la instalación presenta un estado total de ruina, con la consiguiente mala imagen e incluso riesgo para las personas.
El Ayuntamiento llegó a encargar en 2019 un informe técnico para valorar la situación del inmueble y del que nunca más se supo. “Si está en ruina tendrán que tirarlo”, especificó hace dos años el regidor municipal del PSOE.
“Si no, deberán mantenerlo en el mejor estado de conservación posible”, añadió en 2019 el primer edil en un comunicado.