El Ayuntamiento encarga a Valora2 el mantenimiento, riego y desbroce de la senda entre Eras de Santa Marina y el Canal de Castilla, medio año después de inaugurarla
Estaba llamado a ser un vergel. Árboles frutales, tanto carnosos como de frutos secos, y un cielo de hojas para dar sombra a un paseo que cada día utilizan más personas en Palencia. Un camino relativamente fácil y sólo coronado con una tachuela para hollar el puente que cruza el Río Carrión, la frescura del río que, a partir de ahora se agradecerá más; un acceso fácil que lleva a conectar la ciudad con la vía verde del Tren Burra…
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Obviamente la sombra y la vegetación frutal no iban a salir de la noche a la mañana, habría que esperar algunos años para poder protegerse del inclemente sol veraniego por este recorrido o para correr algún guindo, peral o manzano a las puertas de Palencia. Pero eso está lejos de hacerse realidad, especialmente en el tramo entre Eras de Santa Marina y el Camino de San Román. El tramo que, según el proyecto, más carga vegetal y arbórea iba a soportar de la vía verde.
Porque en ese camino, si no están totalmente muertos, sí se puede presumir que muchos de los árboles plantados no están vivos. Ni una hoja. Ramas astilladas en una madera más seca que los palos de varear la lana.
No en uno o en dos. Sino que hay tramos en los que hasta decenas de árboles no han prendido. Por ejemplo, en la zona inicial del camino, de la veintena plantados, 18 están ‘poco’ vivos. O en la zona junto al Camino de San Román, pasado el puente sobre el casi otra veintena está, si no secos, pidiendo la hora.
En total, más de 60 árboles plantados están ‘no vivos’. Eso sin contar los arbustos, algunos de ellos que se puede arrancar con el cepellón de raíces, a la vista, sin estar tapado.
Tantos ejemplares perdidos quizá porque no eran los más adecuados para la zona, porque el suelo en el que se han plantado estuviera contaminado de alguna forma, porque ha habido fallos en la plantación o suministro de los mismos; o puede que se hayan pasado a ser leños, la mayoría de ellos están ubicados en la linde contraria al río, por no recibir el agua que necesitan en un estado tan inicial como fueron introducidos en la tierra.
Mantenimiento.
A esos árboles poco vivos, por no decir muertos, poco consuelo les queda. Si bien para el resto, algunos con las hojas tan lacias que se puede aventurar su final, puede haber aún esperanza, porque el Ayuntamiento de Palencia, seis meses después de haber inaugurado este viario apto para peatones y ciclistas ha contratado su mantenimiento de forma temporal.
Lo ha externalizado por 4.573,8 EUR euros iva incluidos, a la Fundación Valora2 (el centro especial de empleo de la Fundación San Cebrián). Se encargará del servicio de riego y desbroce durante cuatro meses en la senda.
Porque además del riego, también el camino adolecía de mantenimiento y lucha contra la colonización de las malas hierbas que, a diferencia de los árboles plantados, sí han prosperado en estos meses. Tanto que algunas zonas de descanso se encuentran escondidas entre la maleza.
De esta forma se tratará de restablecer el orden en una zona creada para el uso y disfrute de los palentinos en la ribera izquierda del Carrión. Para la recuperación o reposición de los árboles ‘no vivos’, habrá que esperar, por ahora.