El proyecto, que pretende dar una uniformidad a los entornos de La Alcoholera y acabar con algunos problemas de urbanización en la zona, tendrá un coste de 463.437 euros
El Ayuntamiento de Palencia se ha puesto manos a la obra. Si a principios de verano presentó el proyecto para la remodelación verde y renaturalizada de Pan y Guindas, ahora ha dado el paso de buscar la empresa que se encargue de la ejecución de la mejora de una de las zonas más escondidas y olvidadas de la ciudad, por encontrarse entre bloques de pisos donde prima lo vertical de hasta 16 plantas sobre lo horizontal.
Tal y como explica el proyecto, se llevarán a cabo “actuaciones necesarias de urbanización, renaturalización y regeneración de la Unidad derivada de la “Modificación Puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Palencia en el Barrio de Pan y Guindas”, conforme marca el PGOU de Palencia”.
Algo que se sustancia “en un trazado peatonal entre los espacios ajardinados y los edificados, de tal forma que se respeta la zona ajardinada y se incrementa esta, haciendo el área más homogénea con el resto del Barrio”.
Para ello, será necesaria una inversión de 463.437 euros que no acometerá en solitario el Ayuntamiento de Palencia. No, la factura la pagarán a pachas la institución municipal y la Diputación Provincial.
En concreto, el Ayuntamiento sacará de sus fondos propios 171.587,56 euros mientras que el Palacio de la Calle Burgos aportará 291.850 euros con cargo al “Programa de cooperación económica para la conservación, ampliación y gestión de los patrimonios municipales de suelo de la provincia”. Un plan que en su día pactaron el Ayuntamiento de Palencia y la Diputación Provincial como salida a los intereses de demora que el 1 de la Plaza Mayor de Palencia debía satisfacer a la provincia a causa de la Sentencia de la Calle Jardines. De esta forma, parte de lo que pagó a mayores el Ayuntamiento, repercutía también en la ciudad.
Este es el acuerdo definitivo (ahora sí) sobre la Calle Jardines
El proyecto
Estructuralmente se intenta respetar los espacios ajardinados existentes con los
espacios pendientes de urbanizar adecuadamente. Estéticamente se utilizan materiales de pavimentación en consonancia con los del resto del municipio, así como se busca la mayor superficie permeable de suelo, para favorecer el ciclo del agua, se incrementan los arbolados, marcando recorridos peatonales.
Funcionalmente se han tenido en cuenta los recorridos peatonales. No ha sido un trabajo de estudio, sino simple observación al tener en cuenta los traslados “que marcan los vecinos de este barrio, tan evidentes que dejan sendero de su trazado”.
En esa zona se ha hecho desaparecer el tráfico (salvo el de acceso a garajes), transformando el espacio en una zona peatonal y verde.
En esta transformación, todo sea dicho, también caerán árboles. Por exigencias de la normativa urbanística y de seguridad. Por un lado, “junto al solar de nueva creación habrá de quedar se franja de aproximación libre para el paso del camión de bomberos”, y por otro lado, “se eliminan dos ejemplares junto a la Bolera, que están afectando a la edificación en concreto a la cubierta, se les ha realizado operaciones de poda, sin que ello haya impedido el deterioro de la cubierta. Los arboles son de un porte amorfo dado que pueden tener un crecimiento natural por la presencia de la edificación”. Con todo, como medida compensatoria se plantarán otros en la unidad de intervención.
La intervención planteada y que podría comenzar a ejecutarse antes de final de este año, tratará de dar solución también a los problemas de inundación de la zona tras la Alcoholera, ya que “conexión entre la Calle México y la plaza de La Alcoholera, se inunda en
épocas por la depresión entre la plaza y la acera y porque carece de imbornales”.
Ante esto, se ejecutarán bajo los terrenos renaturalizados infraestructuras de drenaje y evacuación de aguas, pero también de abastecimiento que serán compatibles con el riego de la nueva zona verde de la ciudad.
