Las obras proceden de iglesias, museos y conventos de la Diócesis
No hay mejor expresión artística en estos días de adviento previos a la Navidad que las imágenes del Niño Jesús que atesora la Diócesis de Palencia. Con el nombre en latín ‘Et incarnatus est’, que significa ‘Y el verbo de Dios de hizo carne, el Museo de Palencia, ubicado en la casa del Cordón, muestra una veintena de representaciones del Niño Jesús, además de tres cuadros y un cunita.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 8 de enero de 2025, está organizada por la cofradía del Dulce Nombre de Jesús y la Diócesis de Palencia, en colaboración con la parroquia de San Miguel. Los comisarios, José Luis Calvo Calleja, canónigo de la catedral y delegado diocesano de Patrimonio Artístico, y Carlos Mediavilla, escultor y responsable de Cultura de la cofradía, han seleccionado algunos de los mejores niños Jesús que conservan las parroquias y conventos palentinos, además de la catedral y del Museo Diocesano.
La expresión de Dios hecho hombre es una de las más representadas en la iconografía cristiana. Los Evangelios, única fuente para conocer la vida de Jesús, poco dicen de sus primeros años, a excepción de la Circuncisión, la Imposición de su Nombre o su presencia entre los Doctores, que reseñan de forma inconcreta Lucas y Mateo. Esta parquedad hace que la iconografía del Niño Jesús sea muy libre, como se evidencia en la muestra.
Se puede contemplar la belleza de este conjunto de niños Jesús: vestidos, desnudos –casi todos–, con la Cruz, con el pelo rizado –solo uno lo tiene liso–, con la bola en la mano como símbolo de su poder sobre el mundo, con ángeles protectores en la peana… Casi todas las representaciones expuestas son de autor anónimo, están fechadas en el siglo XVII, tienen el brazo derecho en alto en actitud de bendición y son de madera policromada –uno en concreto además es de metal, que procede de la iglesia de Santa María de Fuentes de Nava–.
También se exponen piezas raras, como la cuna del Niño Jesús conocida como de la reina Isabel la Católica, que se conserva en el convento de Nuestra Señora de la Consolación de Calabazanos, una coqueta y hermosa pieza del siglo XVII creada en madera, hilos de seda en tonos azules con borlas de color rojo y plata. Asimismo, singulares son dos imágenes del Niño Jesús sentado, procedentes de la iglesia de Santa María de Frechilla y del convento de Santa Clara de Carrión de los Condes. Destaca en ambos la posición de la figura durmiendo apoyada la cabeza sobre la mano derecha.
Otra pieza singular procede del museo del convento de Santa Clara de Carrión de los Condes. Se trata del Niño Dormido y san Juanito, la única obra con dos personajes. San Juanito pide silencio con el dedo índice de la mano izquierda mientras que con el de la derecha apunta al niño, que duerme recostado sobre una calavera.
La gran mayoría de imágenes proceden la escuela castellana, pero destacan dos que no lo son. Una es un anónimo napolitano, Niño Jesús del Buen Pastor, de las clarisas de Calabazanos, revestido con un traje pastoril de lana, y el otro es anónimo filipino, Santo Niño del Cebú, que llega desde la iglesia de San Facundo y San Primitivo de Cisneros y que aparece integrado en una urna de madre y cristal con el nombre del protagonista u las palabras ‘Indias’ y ‘Filipins’, lo que no deja dudas de su procedencia original.
Los tres cuadros presentes en la muestra son óleos sobre lienzo también de siglo XVII. Representan a la Virgen con el Niño, de la catedral de Palencia, al Niño Jesús Dormido, de la iglesia de Santa María de Becerril de Campos, y Niño Jesús Peregrino, del Santuario de Nuestra Señora de Belén de Carrión de los Condes. Los tres son interesantes iconográficamente, pues el primero presenta a la madre tapando con una sábana al niño dormido en una posición anatómicamente complicada, en una estancia con una ventana que da visibilidad a un paisaje de nubes y ramas de árboles.
En el segundo, Jesús aparece con sus padres y otro niño con el dedo índice de la mano derecha pidiendo silencio. El tercer lienzo es una representación del Niño Jesús Peregrino, propio de la ciudad jacobea.
La exposición ‘Et incarnatus est’ constituye una oportunidad para conocer la riqueza de la iconografía específica del Niño Jesús en la Diócesis de Palencia, en la que sin duda habrá más representaciones similares. Arte sacro que en estos días de Adviento y Navidad permitirá no solo contemplarlo con toda su belleza, sino también ayudar a “vivir el misterio de la Navidad, que es misterio de un Dios que se hace hombre para que los hombres lleguemos a ser hijos de Dios”, según la invitación que realiza el obispo de Palencia, Mikel Garciandía Goñi, en la presentación del catálogo de la exposición.
Ficha de la exposición
Título: ‘Et incarnatus est’.
Contenido: Iconografía del Niño Jesús de la Diócesis de Palencia.
Sala: Museo de Palencia (Plaza del Cordón, 1).
Fecha: Hasta el 8 de enero de 2025.
Horario: De martes a sábado, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00; Domingos: de 10:00 a 14:00 horas.
Cerrado los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 y 6 de enero.