El sector español del juguete calienta motores para la inminente campaña de Navidad, con una subida de las ventas cercana al 3% entre enero y septiembre en comparación con el mismo periodo del año pasado, aunque aún no ha recuperado los niveles de negocio pre-covid, según los datos de la empresa de investigación de mercados The NPD Group.
En concreto, el mercado nacional refleja que se ha recobrado cierta normalidad tras la disrupción en los hábitos del consumidor que supuso la crisis sanitaria.
De esta forma, la mayoría de los segmentos avanzaron en los nueve primeros meses del ejercicio, con especial fuerza en el caso de los vehículos sin motor, los peluches, las figuras de acción y las muñecas maniquí.
Hasta septiembre, destaca el dinamismo del mercado licenciado, que creció a doble dígito impulsado por propiedades como The Mandalorian, Harry Potter o Mario Bros, mientras que el mercado no licenciado se mostró prácticamente plano.
“Las categorías en negativo corresponden principalmente a aquellas que, gracias a la pandemia, registraron muy buen comportamiento en 2020: los productos ligados a consumo de tiempo en el hogar, como las maquetas o los puzles de adultos, que descienden una vez que vuelve el ocio fuera de casa”, ha explicado el director de NPD España, Fernando Pérez.
En este escenario, las perspectivas de cara a la temporada navideña son positivas, dada la aportación de ventas que puede conllevar la progresiva recuperación de las costumbres previas a la irrupción del coronavirus.
“Previsiblemente, el control de la pandemia gracias al avance del plan de vacunación, junto con la ausencia de grandes restricciones, permitirán la vuelta a los encuentros familiares, que favorecen la entrega de regalos. Del mismo modo, la reapertura de las salas de cine impulsará el estreno de películas, con el consiguiente efecto en la venta de producto licenciado”, ha indicado Pérez.
Igualmente, los lanzamientos de nuevos juguetes podrían contribuir a la recuperación del mercado, después de que la crisis sanitaria provocara el año pasado cierta ‘congelación’ en las novedades.
Sin embargo, como para el resto del sector del gran consumo, la principal incertidumbre que afronta la industria del juguete ante la campaña de Navidad es el eventual impacto de la ‘crisis de los contenedores’ que atraviesa el transporte marítimo mundial, si bien los fabricantes han tratado de anticiparse adelantando sus pedidos.
Los problemas logísticos podrían afectar al mercado con la llegada tardía o falta de producto o con un aumento de costes. “Habrá que ver finalmente cómo esta crisis afecta a la campaña y, en su caso, la repercusión del aumento de costes en los precios y el efecto del alza de los mismos en la demanda”, señala el director de NPD España.
En cualquier caso, no se espera que el calendario y el comportamiento de compras del consumidor resulte afectado por la crisis logística global, por lo que previsiblemente se mantendrá la estacionalidad característica del mercado español del juguete, con las típicas compras de última hora.