La masa subterránea se encuentra entre las localidades de San Martín de los Herreros y Rebanal de las Llantas
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) propone declarar 13 nuevas hidrológicas en Castilla y León, de las 67 en estudio en todo el país. En la Comunidad, se plantea reconocer seis fluviales y, por primera vez, tres reservas naturales lacustres y cuatro subterráneas, y una de ellas se encuentra en la provincia de Palencia. EN concreto en el Parque Natural de la Montaña Palentina, en el municipio de Cervera de Pisuerga, entre las localidades de San Martín de los Herreros y Rebanal de las Llantas.
Se trata de una masa ubicada en el valle estrecho, y es un gran manantial kárstico que da origen al río Rivera, el que llena el embalse de Ruesga. Por tanto, sus aguas dan de beber a Cervera de Pisuerga y a muchas localidades alrededor. No en vano, recientemente, la Diputación colaboró con Cervera de Pisuerga para mejorar la tubería y la canaliación que aporta las aguas de la Fuente Deshondonada.
Al parecer su nombre, Fuente Deshondonada, hace referencia a la creencia de que no tenía fondo. Y lo cierto es que las exploraciones que se han realizado han dado como resultado unos canales interiores de hasta 80 metros de profundidad.
Si se sabe además que está conectada hidrológicamente con la Sima Caucinos.
Según el Instituto Geográfico y Minero de España, se trata de una surgencia natural por la que desagua un conjunto de conductos de origen kárstico que constituyen la red de drenaje subterráneo del valle donde se encuentra situada.
Esta surgencia es considerada como el nacimiento del río Rivera y se alimenta de numerosas filtraciones difusas a lo largo de todo el valle, así como de algunas pérdidas del Arroyo de Miranda (muy cercano a la surgencia) y de la resurgencia de Valdelechillo.
Es destacable la gran actividad hidrogeológica del entorno de este LIG, la cual se materializa en la gran cantidad de fuentes presentes en su entorno inmediato; gracias a todas ellas, el caudal del río Rivera se ve engrosado de forma considerable en muy poca distancia, hasta el punto de que a cinco kilómetros de su nacimiento ha sido embalsado, dando origen al embalse de la Ruesga.
Este sistema kárstico se ubica en la Unidad de San Martín-Ventanilla (extremo oriental de la región de Pliegues y Mantos) y se encaja, de un modo totalmente conforme a la estratificación, en una sucesión de calizas oscuras tableadas del Carbonífero asimilables a las de la Fm. Barcaliente.
La Surgencia de la Deshondonada constituye el punto de salida de un singular conjunto de conductos que configuran un acuífero de tipo vauclusiano. En superficie, la Surgencia de la Deshondonada se materializa en una pequeña cavidad en las calizas carboníferas que se abre en una bóveda subterránea de dimensiones considerables.
De aguas vistosamente azules, este manantial experimenta brotes intermitentes e impredecibles con caudales muy variables a lo largo del año (unos 150 l/s en épocas secas y casi 2000 l/s en época de lluvias). No obstante, en sus primeros metros, es posible apreciar pequeñas surgencias de agua en el propio lecho del río Rivera.
Las razones
Al ser espacios con “escasas” presiones por parte del ser humano, estas las reservas hidrológicas constituyen, según el Miteco, un “escenario inmejorable” para evaluar los efectos que el cambio climático está teniendo en los ecosistemas fluviales, lacustres, y aquellos asociados a masas de agua subterránea.
Actualmente, el Ministerio indicó que trabaja en la implantación de una red de seguimiento del cambio climático en cada uno de los tres tipos de reservas hidrológicas, en las que se llevarán a cabo análisis de gabinete y campo para evaluar los cambios en variables meteorológicas, hidrológicas, hidrogeológicas, morfológicas o de vegetación de ribera, entre otras.
Desde su declaración, el Ministerio ha invertido más de 5,5 millones en el desarrollo de las medidas de conservación y mejora. En estos momentos dispone de una inversión en ejecución de 3,8 millones y está preparándose la ejecución de una inversión próxima a los 14 millones en el marco del Fondo de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Otras reservas
El Miteco lanzó este martes una consulta pública sobre la propuesta para la declaración de 67 reservas hidrológicas. Así, la ampliación de dos tramos de ríos y la declaración de 26 reservas fluviales, con una longitud de 515,61 kilómetros, hacen un total de 248, con una longitud de 3.845,75 kilómetros. Por su parte, las 19 lacustres equivalen a una superficie de 14,34 kilómetros cuadrados y las 22 subterráneas, a 931,04 kilómetros cuadrados.
En cuanto a las reservas fluviales, las seis nuevas suman 85,79 kilómetros, en las cuencas Miño-Sil, Cantábrico-Occidental y Tajo. Se trata de la denominada Río Ancares, que engloba en sus 35,17 kilómetros al Cuiña y de la Vega, en El Bierzo (León); la Cabecera del río Sella, que incorpora el Eria, el arroyo Fonsella y el propio Sella en sus 4,78 kilómetros en León; así como la del Río Alagón (25,16 kilómetros) en Salamanca; la del Río Alberche (6,63) en Ávila; la del Río Barquillo y arroyo Carda -arroyo del Águila y río Candelario- con 10,51 kilómetros en Salamanca, y la ‘Garganta de las Torres’, con 3,54 kilómetros, en Ávila.
En cuanto a las reservas lacustres que se proponen, figura en la cuenta Miño-Sil el complejo lagunar de Los Lagos de la Baña en León (0,08 kilómetros cuadrados); y en la del Duero el lago de Sanabria (Zamora), que suma 3,56 kilómetros cuadrados, y la laguna Grande Gredos (Ávila), con 0,09 kilómetros cuadrados.
Respecto a las subterráneas, en el Duero el Ministerio propone, además de Fuente Deshondonada en Palencia, el manantial de Valdelastijeras en León; así como la Fuente de la Lechera en la reserva Miño-Sil en León y el manantial río Cadagua en la Cantábrico-Oriental, en Burgos.
Ya podían pedir responsabilidades al Ayuntamiento de Cervera por el destrozo medioambiental que hicieron hace años para la toma de agua. El entorno de la Fuente Deshondonada era paradisiaco y se lo cargaron impunemente. El cauce del Rio Rivera actualmente es mínimo porque la mayor parte del agua se desvía por la tubería para el uso de Cervera. El efecto sobre la vida y el ecosistema en el río es muy negativo pero praa estas cosas se obvia que estamos en un parque natural.