Compartir nuestras vidas con un ser de cuatro patas es una elección libre, la cual siempre debe ser tomada con la máxima responsabilidad y teniendo en cuenta varios factores que condicionarán el cuidado de nuestro compañero. Algunos de estos factores son: el tiempo libre disponible, la capacidad económica para su mantenimiento y posibles urgencias, el nivel de sacrificio, el nivel de civismo para hacer las cosas bien, el tipo de educación que queremos y la capacidad de ser pacientes y ofrecer amor desinteresado.

Será una media de entre 8 a 15 años, dependiendo de razas y especies, que nuestro amigo estará en nuestras vidas y por tanto la responsabilidad de su cuidado y mantenimiento. Pero una vez que nuestro compañero de cuatro patas cruce el arco iris para ir al Cielo Animal, también es nuestra responsabilidad ofrecerle la mejor despedida. Como un miembro más de la familia no debemos descuidar este proceso. En todo momento debemos ser conscientes que el enterramiento es una practica ilegal en España, siempre que no se realice en un lugar habilitado para ello como son los cementerios de animales. La otra opción que cada vez está más instaurada es la incineración, pudiendo elegir entre un servicio colectivo o individual.

Tenemos la obligación de saber y querer saber dónde va a ir el cuerpo de nuestro compañero, ya que lamentablemente en muchas ocasiones creemos que va a un crematorio y no es así. Algunas provincias como Palencia sigue manteniendo un servicio tan penoso y denigrante como una FOSA COMÚN, donde se apilan los cadáveres unos encima de otros. En otros casos son recogidos por empresas que son plantas de procesamiento, en estas plantas se juntan cadáveres de ganadería con nuestros compañeros de vida y son sometidos a un tratamiento para obtener residuos finales como harinas procesadas o aceites para gasóleos. Parece sorprendente pero no lo es, tenemos la RESPONSABILIDAD y OBLIGACIÓN de saber qué despedida va a tener nuestro compañero, de planificarlo en la medida que nos sea posible y de tener el conocimiento de donde será su final.

Después de compartir su vida con nosotros, de regalarnos cada día su amor puro y leal, de estar de manera incondicional junto a nosotros y de hacernos sentir SU MUNDO, es NUESTRA OBLIGACIÓN despedirles como SE MERECEN.

Sandra Paramio
Cielo Animal

 

 

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