J.M.A. / ICAL
El secretario general para el Reto Demográfico, Francisco Boya, se refirió hoy en Salamanca a la convivencia del lobo, y otros grandes carnívoros, con las actividades agropecuarias tradicionales, en una comunidad, la castellano y leonesa, en la que la polémica lleva servida desde el cambio legislativo sobre su estatus de protección. “Hay que encontrar el equilibrio entre la protección de la biodiversidad y la preservación de la ganadería”, afirmó.
Boya atendió a las agencias antes de participar en una mesa redonda sobre el reto demográfico en la Facultad de Geografía e Historia de la Usal y reconoció que el reto acerca del lobo “comporta dificultades”. Sin embargo, recordó que el Ministerio ha puesto en marcha toda una serie de medidas que, desde su punto de vista, “van a ayudar a la ganadería extensiva y, paralelamente, al trabajo que se hace de atención a la diversidad”.
De hecho, el secretario general para el Reto Demográfico afirmó que es “importante” desarrollar esas medidas que ayuden a los ganaderos a mantener su actividad, ya que “es muy estratégica sobre el territorio”. Así, reiteró que es necesario encontrar “esos equilibrios, que a veces son difíciles, pero para eso están las administraciones”, matizó.
Sobre la posición de los ganaderos de Castilla y León, contrarios a la figura de protección del lobo, Boya reconoció como “lógica” su postura y llamó a la política a encontrar soluciones. “A veces aquí hay posiciones encontradas, pero en todo caso, la política es el arte que nos tiene que permitir encontrar, desde la discrepancia, posiciones de consenso”.