La iglesia se cerró ayer al culto tras detectarse hace unos días daños estructurales que podían llevar al colapso de la cúpula, y las imágenes serán trasladadas a otros templos de la Archidiócesis de Valladolid
ICAL
El derrumbe de la cúpula y la linterna de la iglesia de la Santa Vera Cruz de Valladolid, que se produjo sobre las 13.40 horas de hoy, se saldó finalmente sin daños personales, pese a la presencia en el momento del suceso de seis trabajadores encargados de las obras de rehabilitación del templo, ni tampoco en las imágenes que custodia la iglesia, que serán trasladadas a otros centros eclesiásticos de la capital vallisoletana una vez se produzcan los trabajos de desescombro y limpieza en el interior del templo.
La caída de la cúpula y buena parte de la linterna se produjo “a plomo” y sin previo aviso desde los 24 metros de altura que separan ambos elementos del suelo del crucero de la iglesia. No obstante, tanto los bancos como el altar quedaron indemnes, aunque cubiertos del polvo generado por los cascotes en la caída, y las imágenes se libraron de sufrir desperfectos gracias a encontrarse, en unos casos, protegidas por las hornacinas del altar y, en otros, lo suficientemente alejadas del lugar de aterrizaje de la cúpula, en las capillas de las naves laterales del templo.
Esa fue la imagen a la que asistieron, desde un lugar seguro, los miembros del cabildo de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, titular del templo, a las 13.50 horas, poco después de acudir corriendo a la iglesia para conocer el estado de la misma tras el derrumbe. Estuvieron acompañados, en todo momento, por el arquitecto responsable de los trabajos de rehabilitación, Fernando de Bonrostro, y por responsables del Ayuntamiento de Valladolid con el concejal de Urbanismo, José Ignacio Zarandona, a la cabeza. Posteriormente, se unieron el alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero, y el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, para ofrecer “toda la ayuda y colaboración” de ambas administraciones tanto en el proceso de reconstrucción de la cúpula como en el traslado de las imágenes.
Tanto desde el Ayuntamiento como desde la Cofradía Penitencial apelaron a la intercesión divina para explicar que no hubiera daños personales y apenas materiales en un suceso de tal envergadura: “La virgen ha hecho hoy el milagro”. Y es que, hace apenas unos días, los trabajos de restauración de la cubierta del crucero que estaban llevando a cabo desde la empresa encargada de la obra revelaron que la cúpula estaba en “muy malas condiciones” y que “podía colapsar” debido a un “problema estructural grave” provocado tanto por una serie de filtraciones de agua en el encuentro de cúpula y linterna, que “han ido dañando” ambos elementos, como por “algún hongo” que generó que la madera estuviera también “muy dañada”.
Ante esta tesitura, el cabildo de la Cofradía Penitencial de la Vera Cruz decidió el viernes, en una reunión de urgencia, cerrar el templo a visitantes y feligreses a partir de este lunes para que los operarios pudieran realizar las adecuaciones de “extrema urgencia y seguridad” necesarias para tratar de evitar un colapso que finalmente se produjo aunque con “todas las medidas de seguridad tomadas” para evitar daños personales en caso de derrumbe. “Es una desgracia pero, en el fondo, ha habido mucha suerte. Imaginemos que no hubiésemos detectado ese problema y se hubiese caído la cúpula con gente dentro”, comentó hoy ante los medios, en declaraciones recogidas por Ical, el arquitecto responsable del proyecto, Fernando de Bonrostro.
Una detección en plena obra que el propio arquitecto consideró habitual en este tipo de trabajos de rehabilitación, dado que “en los edificios antiguos, no sabes qué te vas a encontrar debajo”. Y es que estas obras no pretendían, inicialmente, rehabilitar la estructura de la cúpula, sino que estaban enfocadas, con una inversión de 150.000 euros procedentes de la Junta, en rehabilitar las cubiertas del crucero y el chapitel, restaurar los revestimientos de la espadaña y la carpintería exterior de la fachada principal, acondicionar la instalación eléctrica del templo y reparar las humedades de la sacristía y el camarín de la virgen. Pero el descubrimiento de los daños estructurales conllevó el cierre del templo antes de que la cúpula cediese y se derrumbase desde 24 metros de altura.
Traslado de las imágenes
Ahora, lo más inmediato será limpiar mañana “algunos arranques” que quedan en la lámpara tras su caída, y proceder al desescombro del interior del templo para, posteriormente, limpiar de polvo todos los elementos afectados. Después, y antes de proceder a proyectar la reconstrucción de la cúpula, la Cofradía Penitencial de la Vera Cruz tendrá que decidir cómo y dónde traslada las imágenes que custodia la iglesia, de un alto valor artístico.
Para ello, ya hoy recibieron multitud de llamadas de ofrecimiento de otras cofradías, de la Archidiócesis de Valladolid y del Museo Nacional de Escultura, que la Cofradía de la Vera Cruz, a través de un comunicado y en voz de su secretaria, Beatriz Tovar, quisieron agradecer “de corazón” por su “cariño y apoyo” en estos momentos de “absoluto desconcierto” en los que se mezcla “el disgusto y la tristeza” por el derrumbe con “el alivio” porque no haya habido daños personales ni en las imágenes del templo.
No obstante, en el comunicado, la Cofradía ya detalló que las imágenes serán trasladadas a otras iglesias de la Archidiócesis, y esta manifestó, en otro comunicado recogido por Ical, que entre sus ofrecimientos figuran tres templos: la Catedral de Valladolid, la Basílica de la Gran Promesa y la iglesia parroquial de San Miguel y San Julián. Por último, la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz confirmó que la iglesia permanecerá cerrada y todos los cultos suspendidos “hasta nuevo aviso”.
