El Ayuntamiento plasma en tres calzadas de uso compartido en la ciudad, las de las calles Antonio Maura, Padre Higinio Aparicio y Eduardo Dato, motivos para diferenciarlas de una calle ‘normal’
Poco a poco las calles de Palencia irán luciendo en sus calzadas imágenes que son seña o que quizá lleguen a ser en algún momento seña de identidad de la ciudad.
Y es que el propósito del Ayuntamiento es el de dar un “aire más moderno y amable” a las vías palentinas, tal y como ha indicado la alcaldesa, Miriam Andrés. Pero de momento se ha empezado por tres de las calles que más han desconcertado a los palentinos por su construcción. Tres calles que son viales de convivencia, pese a su apariencia. Y esa apariencia es la que se ha querido cambiar.
Hasta el momento han sido varios los símbolos que se han plasmado en las calzadas de las calles Antonio Maura, Padre Higinio Aparicio y Eduardo Dato con motivos tan identificativos para la ciudad como el corazón del Cristo del Otero. También con las huellas de oso, imaginamos que en referencia a la Montaña Palentina.
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Imágenes que tratan de dar a estas calles, que son viales de convivencia en los que los peatones tienen prioridad sobre los coches en toda su extensión, una diferenciación con respecto a una calle normal. Algo que en otras vías se logra configurando el pavimento con adoquines. En cambio, como aquí se llevó a cabo el remate del recrecido de la calzada hasta la acera con asfalto pulido, se hace necesaria esa mayor diferenciación, para que tanto conductores como peatones sepan cuales son sus derechos y obligaciones en una vía en la que no hay razón para que estén pintados los pasos de peatones.
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No es una idea nueva y hay un ejemplo cercano, como es el caso de León, donde se pintaron en varias vías leones de colores.
Las actuaciones en Palencia han comenzado en estas calles, pero el plan es extender este tipo de pinturas a más calzadas de la ciudad. “Esperemos que esos motivos con los que hemos estrenado esta actuación sean del gusto de todos los palentinos”, apunta Andrés.
El caso es que esta incorporación de elementos palentinos ya fue propuesta durante la pasada campaña electoral por parte del partido socialista.
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Lo que llama la atención es la implantación de un tetris en la calle Eduardo Dato, donde al principio de la misma están las piezas amontonadas (donde antes había un paso de peatones) y a medida que se avanza en la calle, los conductores se encuentran con las piezas que van cayendo.
Al final del tramo sobreelevado, en la confluencia con Padre Higinio Aparicio y con Niños de Coro, a la entrada del colegio Blanca de Castilla, hay además una serie de huellas de oso, que marcan lo que sería el cruce natural de la calle desde una acera a la otra y hacia la puerta del centro educativo.
