A través de once ponencias se abordará la influencia de la Antigüedad Clásica en el arte medieval
Aguilar de Campoo acogerá desde el viernes, 4 de octubre, la decimocuarta edición del coloquio internacional “Ars Mediaevalis” centrado en aportar una nueva perspectiva sobre cómo los artistas del medievo miraron al pasado para introducirlo en sus obras. Desde los cambios en las escalas y los materiales hasta los diferentes contextos políticos que dieron pie a rememorar hechos pasados en obras contemporáneas.
El seminario centrará sus esfuerzos en aportar datos novedosos y útiles. “Cuando Ghiberti escribió su Commentari dio inicio al estudio de la “Edad Media” como relevo generacional de la Antigüedad Clásica. Nosotros buscamos aportar una visión y unos datos nuevos, siendo fieles a todos los estudios anteriores, pero intentando aportar algo completamente diferente”, explican los directores del coloquio.
El encuentro está dirigido por los profesores Gerardo Boto, Alejandro García Avilés y Herbert L. Kessler, de las universidades de Girona, Murcia y Baltimore, respectivamente y constará de tres jornadas. El inicio y la clausura se realizarán en el Aguilar de Campoo y la participación requiere de inscripción previa.
Sin embargo, la segunda jornada, que se celebrará el sábado, 5 de octubre, en el Centro Cultural de la Diputación de Palencia, será de libre acceso para el público palentino, que podrá participar en este coloquio e intercambiar impresiones con investigadores procedentes de universidades de varios puntos de España, así como de Suiza, Chequia, Italia y Portugal.
En total, once ponencias que indagarán en temas diversos, desde puramente espirituales, como el amor o la mística antigua, a procesos creativos, artísticos o la exploración de culturas, como la romana o la andalusí. Estas exposiciones estarán acompañadas de una serie de debates en los que se intentará aportar nuevos puntos de vista. Ars Mediaevalis se completará con una excursión guiada por dos importantes monumentos del arte palentino: la iglesia de San Martín de Frómista y el monasterio de Santa Clara de Astudillo.
