Proyectan en Reinoso la construcción de una planta de generación de biometano procedente del tratamiento de residuos alimentarios y animales
Viento, sol y ahora también el gas renovable. El Cerrato palentino se ha convertido en los últimos años en una zona de producción energética de primer orden, más allá de las connotaciones paisajísticas y agroeconómicas que han provocado la extensión de los parques eólicos y de las fincas solares.
A la electricidad, ahora el Cerrato pretende unir en su cartera de productos energéticos el gas. Si bien es cierto que hasta hace unos lustros, el cerrato también era punto de distribución de gas, en ese caso butano, en Soto de Cerrato.
Ahora no es que se hayan encontrado bolsas de este preciado material, sino que se llevarán hasta las puertas del Cerrato los elementos para producirlo, de forma renovable y aprovechando materias de desecho y residuos catalogados como SANDACH (Subproductos animales no destinados al consumo humano).
La empresa Biogás Cerrato acaba de presentar a información pública la solicitud de autorización ambiental y estudio de impacto ambiental del proyecto de planta de producción de biometano a partir de la digestión anaerobia de residuos orgánicos que pretende instalar en Reinoso de Cerrato.
Hasta allí se llevarán para “gestionar y valorizar hasta un total máximo de 200.000 toneladas anuales de residuos orgánicos y material SANDACH”. Y como Sandach se considera, por ejemplo, el estiércol, el guano no mineralizado y el contenido del tubo digestivo; cuerpos enteros de animales o partes de los mismos; sangre, placenta, lana, plumas, pelo, cuernos, recortes de cascos uñas o pezuñas y la leche cruda de animales vivos o incluso alimentos que contengan y que no estén destinados al consumo humano por motivos comerciales, defectos de fabricación o envasado, u otros defectos, según explica la Junta de Castilla y León.
El biogás que se genere por la digestión anaerobia (en ausencia de oxígeno), pasara por un refinado a través de un sistema de depuración (upgrading), para la producción de biometano.
Este biomentano será inyectado a la red de gas natural conveccional del gasoducto Lerma-Palencia- Valladolid. Y esta es una de las causas de que este proyecto, promovido por un grupo empresarial de Ponferrada especializado en energías verdes y renovables, se va a instalar en Reinoso de Cerrato. Que la parcela elegida tiene, prácticamente a pie de finca, dicho gasoducto.
En concreto, la finca, que contempla tres parcelas distintas, con más de 160.000 metros cuadrados, estará ubicada al sur del Reinoso, junto a la línea de Alta Velocidad Venta de Baños-Burgos. De esa superficie se usarán para los elementos propios de la planta de generación de gas 36.000.
El proceso.
La generación de gas comenzará con la recepción de los materiales a digerir: “Los residuos sólidos y líquidos se recepcionarán en las plataformas de sólidos y balsas de residuos líquidos cubiertas, respectivamente. Los residuos sólidos se transportarán mediante tractor pala a un tanque donde se preparará la mezcla de residuos a ser alimentados al digestor. Los residuos líquidos por su parte, se bombearán a este mismo tanque, denominado tanque de alimentación”. La recepción de estos elementos se llevará a cabo cinco días a la semana.
Posteriormente se pasará a los cuatro digestores, donde esas mezclas permanecerán durante 30 días generando biogás y digestato, la sustancia qué, descargada de su potencial gasístico queda como residuo. Este será depositado en tres balsas cubiertas de 600 metros cuadrados de superficie y 2.400 m3 cada una. “Este digestato podrá ser destinado a procesos de valorización como compostaje para obtención de fertilizantes de alta calidad”, apunta el proyecto expuesto a información pública.
Parte del gas que se genera en los digestores se utilizará en una turbina de cogeneración que dotará de calor y electricidad a la propia planta y el resto se purificará separando el biometano del CO2 verde y de otros elementos. El gas biometano irá a la red mientras que el CO2 verde se puede vender para aplicaciones alimentarias, control de temperaturas, plagas...
Producción
En cuanto a la producción prevista, en lo referente al biometano que se inyectará en la red, será de 8.438.224,18 Nm3 que mediante el gasoducto pueden ‘exportarse’ por todo el país y llegara a casi cualquier hogar, por las casi 8.000 toneladas de CO2 licuado previstas.
Aunque la planta tendrá un funcionamiento previsto de las 24 horas, muchos de los procesos serán automatizados, por lo que se estima que durante su funcionamiento dará empleo a 5 personas.
Entre las ventajas que plantea, además de la generación de gas por medio de residuos, reducir el aporte de materia orgánica en vertederos y al mismo tiempo la reducción de emisiones de contaminantes atmosféricos; “crear sinergias positivas en el conjunto de la economía, especialmente en cuatro ámbitos: economía circular, política agraria, política ambiental y política energética, dado que integra la reducción de emisiones, la gestión de residuos, subproductos ganaderos y SANDACH y la generación de energía renovable”. y “mejorar la economía local creando trabajos cualificados, además de generar oportunidades en determinadas zonas rurales”.
El proyecto permanece a información pública durante 30 días.
Un poquito de seriedad a la hora de poner títulos, por favor.
El Cerrato no quiere exportar gas, una empresa quiere implantar una planta altamente contaminante en un pueblo de escasa población del Cerrato. El beneficio es para la empresa y la contaminación del agua para la gente de Reinoso, Magaz, y el resto de pueblos del entorno y los demás aguas abajo del Pisuerga.
Si estas empresas no causasen más problemas que beneficios estarían todas en Valladolid o Madrid. No vienen a beneficiar a los pueblos, vienen a los pueblos porque no les admiten en las ciudades.
Ese titular es radicalmente falso. Para vender información, ya en prensa escrita, digital o por cualquier otro medio, cualquier basura amarillista no sirve. Su información (me pregunto si lo es cuando arranca con verdades tergiversadas) solo consigue confundir al lector, condicionar la misma lectura y llamar al engaño. Como bien apunta el autor del anterior comentario, la planta solo supondrá beneficio para la empresa o empresas promotoras. Estas plantas deberían instalarse próximas a las macrogranjas que generan esos residuos que, como todos sabemos, son absolutamente indeseables, salvo para los industriales del sector. Claro, completar una macrogranja con una instalación de biogás puede convertir una comarca en un área inhabitable. Porque nadie quiere vivir rodeado de mierda. Finalmente, quiero recordar al autor de este truño pseudoperiodístico que existe un código ético en el periodismo, que todo no vale. Aquello de “que la realidad no me joda un titular” acaba con la profesión