El corte de un carril de las calles La Cestilla y Don Sancho anticipa cómo será la circulación en el corazón de la ciudad

Entrenar, entrenar y entrenar hasta que todo salga bien. En este caso, ir acostumbrándose a que, por el centro de la ciudad, no se podrá circular como hasta hace unos meses. La ciudad de Palencia está entrenando estos días cómo será el tráfico una vez que se culmine la semipeatonalización del corredor entre San Lázaro y la Plaza de León.

Porque desde hace unos días las obras han vuelto a tomar el corazón de la ciudad. Si antes de los sanantolines las máquinas y los operarios se desplazaron al sector de Antonio Maura, y aún siguen con el binomio Menéndez Pelayo-Antonio Maura con limitaciones en la circulación y sin continuidad, a principios de esta semana el asfalto se volvía a levantar en el entorno del Palacio Provincial y el cruce de las calles Burgos, Joaquín Costa, Don Sancho y Colón.

Y a lo largo de la semana esas mismas actuaciones se adentraron ya en la calle Don Sancho. Esta entrada de las obras en la única vía que permite cruzar la tráfico rodado la Calle Mayor y que se configuraba como la única transferencia entre uno lado y otro (en ambos sentidos) de la almendra de la ciudad desde Correos a Maristas, ha conllevado el cierre de la circulación del carril en sentido de la Diputación a la plaza de Isabel La Católica (La Compañía).

Las máquinas han comenzado a levantar el asfalto en ese carril para aprovechar la semipeatonalización para cambiar las acometidas y servicios de agua, que como señalaba el proyecto estaban anticuados y generaban constantes problemas. Casualidad o no, ese es el carril que quedará inhabilitado cuando finalicen las obras. Es decir, cuando concluya el proyecto sólo se podrá circular entre La Compañía y la Diputación. Situación que es la que ya se vive en esa vía.

Cruce Burgos-Joaquín Costa-Don Sancho-Colón.

Así que ahora en este entrenamiento, la ciudad se está colocando en el peor de los escenarios, llevando a lo conductores a la situación más complicada para que cuando acabe todo el proyecto, una ligera mejora sea agradecida.

Porque si de por sí el cruce entre las calles Burgos-Joaquín Costa-Don Sancho-Colón, a las puertas de la Diputación y del edificio del antiguo Banesto, hoy Banco Santander, era punto caliente de la circulación en Palencia, ahora registra un mayor número de circulaciones que deben encaminarse todas (de una forma u otra) a la calle Colón.

Porque tanto los vehículos que llegan desde la Compañía como la Plaza de San Lázaro tienen que pasar sí o sí hacia la calle Colón en ese punto. Barajándose entre ellos, con prioridad, eso sí, para los que llegan desde la calle Burgos (por ahora existe un ceda el paso). Solo unos pocos pueden huir del embotellamiento que a determinadas horas se genera desviándose, temporalmente, hacia la Plaza de Abastos, aunque su huída es solo temporal porque para salir del centro de la ciudad solo pueden hacerlo, de nuevo, por la calle Burgos y a Colón.

Una Colón que se ve afectada además por un cruce peatonal frente a los cines Ortega y en ocasiones por la circulación -lenta- que tiene la calle Becerro de Bengoa hasta la Plaza de San Lázaro.

En todo caso, con la finalización del proyecto de semipeatonalización, proyectado por el pasado equipo de Gobierno, y ejecutada por el actual con los fondos vinculados a la creación de una zona de Bajas Emisiones en la ciudad, se podrá lograr una mejora, dado que entonces estará también abierto el corredor Menéndez Pelayo-Antonio Maura que podrá desaguar parte de la circulación desde el centro de la ciudad (lado río) hacía las grandes a través de Correos, sin intensificar más la circulación en el casi siempre saturado cruce de la Diputación que por cierto, carece de regulación semafórica.

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