Hay otros dos ríos palentinos, ambos en la Montaña, están en nivel naranja
Las intensas lluvias en León y Palencia, derivadas del temporal Kirk, dejan a estas horas tres estaciones en nivel rojo y tres en naranja en varios ríos de la Cordillera Cantábrica, en ambas provincias, según informó la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) a través del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH).
Este episodio de avenidas está marcado por un incremento de caudales en la cuenca. A esta hora se encuentran en nivel rojo los ríos Resoba, en la localidad del mismo nombre, y el Rivera, en Ventanilla, ambos en el municipio de Cervera de Pisuerga. Mientras el primer tiene tendencia descendente, el segundo va in crescendo.
También el río Carrión, a la altura de la localidad de Triollo acaba de entrar, a las 18,20 horas, en nivel rojo, al tener un nivel de dos metros y un caudal de 140,60 m3/s; ocho veces más de lo que a estas horas lleva el propio Carrión en la capital palentina.
Además, están en nivel naranja otros dos ríos. Se trata del río Castillería, en la localidad de Vañes, y el Rubagón, en Menaza, todos ellos en Palencia.
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Se les suma el río Omaña, en Castro de La Loma, en León.
Por último, otros numerosos puntos de medición de caudales que se encuentran en riesgo amarillo, con margen de aumento de los caudales. Es el caso de los ríos Besandino, en Besande; el Omaña, en Las Omañas; el Remolina, en la población del mismo nombre; y el río Yuso, en Boca de Huérgano, los cuatro en la provincia de León.
En la provincia de Palencia, también el Carrión en Guardo; el Cardaño, en Cardaño de Arriba; y el Pisuerga en San Salvador de Cantamuda y en Salinas de Pisuerga.
En Velilla del Río Carrión, tal y como informan desde su Ayuntamiento, destacan que también ha habido arroyos y zonas que se han desbordado y anegado, como la vega del Calcerón. “La verdad es que no recordamos tanto agua como ahora”, reconocen antes de puntualizar que los daños materiales “no son muchos”.
Barruelo de Santullán
El Rubagón, además, ha generado problemas en Barruelo de Santullán, provocando inundaciones y afecciones en edificios. “En esta ocasión ha sido diferente al año 2019, cuando el agua invadió las calles, y se acumuló en la zona anegando varias plantas de la
Residencia. Hoy, el nivel del río ha subido tanto que las zonas de desagüe han sido
anegadas desde el propio Rubagón”, indicaron desde el Ayuntamiento de Barruelo.
La CHD recordó que los tres partes de avenidas que, como mínimo, emite de forma diaria, se traslada a los servicios de Protección Civil y a otros organismos para su conocimiento, también aguas abajo, por lo que la vigilancia debe extenderse a todo el cauce.
Dentro del protocolo que marca el Inuncyl, una vez que se declara la fase de alerta, corresponde a la Administración autonómica adoptar medidas preventivas para minimizar todo lo posible los daños humanos, medioambientales y/o materiales que se pudieran producir, así como alertar a la población y entidades locales afectadas a través de sus canales de comunicación.
